WASHINGTON.- El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció este viernes oficialmente su intención de nominar al ex máximo abogado del Pentágono y experto en antiterrorismo Jeh Johnson como el próximo secretario de Seguridad Nacional y apremió al Senado a confirmarlo "lo antes posible".
En una presentación en los jardines de la Casa Blanca, Obama, acompañado de Johnson y del vicepresidente Joe Biden, defendió su elección como "la persona correcta" para continuar la tarea de su predecesora Janet Napolitano, quien dejó el puesto a finales de agosto tras ocuparlo durante casi cinco años.
"Estoy seguro de que no podría haber elegido mejor", dijo Obama de Johnson.
El mandatario definió a este abogado de 56 años como un "líder tranquilo" y con un "profundo conocimiento de las amenazas y desafíos" que afronta el país, a la par que comparte su opinión de que el respeto del derecho forma parte integral de la defensa de la nación.
El ex asesor general del Pentágono, puesto desde el que tuvo un papel "clave" en el asesoramiento a la Casa Blanca en algunas de las políticas más controvertidas, como el uso de drones contra objetivos terroristas, es un hombre "respetado en todo el gobierno" por saber "trabajar en equipo", algo que Obama calificó como esencial para encabezar un ministerio tan complejo como el que se le asignó.
Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, el entonces Presidente estadounidense George W. Bush creó el Departamento de Seguridad Nacional en reacción a los errores cometidos en la defensa contra el terrorismo.
Con más de 180.000 trabajadores, el Departamento es además responsable de la coordinación de la defensa civil y de la implementación de las leyes migratorias del país, especialmente las deportaciones, que bajo el gobierno de Obama han alcanzado cifras controvertidamente récord.
Johnson, quien había dejado su alto puesto en el Pentágono a finales del año pasado para volver a ejercer la abogacía privada, aseguró sentirse muy honrado por una oportunidad "no buscada" pero, afirmó, imposible de rechazar.
"Soy de Nueva York y estaba en Manhattan el 11-S (...) ese día caminé por las calles de Nueva York y me pregunté, ¿qué puedo hacer? Desde entonces, me he dedicado a intentar responder a esa pregunta", aseveró Johnson, quien prometió que, de ser confirmado en el cargo, dedicará todos sus esfuerzos a "garantizar la seguridad del país".
Grupos de presión a favor de la reforma migratoria se apresuraron a recordarle, nada más confirmarse su nominación, que también en materia migratoria le espera una dura tarea.
De hecho, al dejar a finales de agosto el cargo que ahora aspira a ocupar Johnson, Napolitano ya identificó la reforma migratoria como una de las grandes tareas que dejaba pendientes para su sucesor.
Napolitano fue una pieza clave en los esfuerzos del mandatario demócrata para reforzar la frontera con México y aumentar -hasta números récord- la deportación de indocumentados, en un intento, hasta ahora vano, de responder a las demandas de mayor seguridad fronteriza antes de dar cualquier paso en materia de reforma migratoria, asunto que Obama ha vuelto a colocar como su máxima prioridad legislativa.
"Si es confiramdo, Johnson estará de inmediato en posición para implementar un sistema migratorio quebrado hasta que se apruebe la reforma migratoria", recordó el director ejecutivo del Foro Nacional de Inmigración, Ali Noorani.