MONTEVIDEO.- La sede de la Fundación de Cultura Universitaria (FCU) del Uruguay, institución que denunció ante la Justicia el fotocopiado de libros, fue atacada con un explosivo casero en la madrugada de hoy.
El fuego que provocó la bomba molotov afectó a la fachada del lugar y fue extinguido primero por el vigilante del lugar, que vive allí, y después por los bomberos.
El jefe de Ediciones de la FCU, Juan Briozzo, expresó hoy su preocupación por el hecho que se produjo apenas unas horas después que la Justicia procesara a 14 personas por la piratería de libros.
Además, añadió Briozzo, en los pisos superiores del edificio donde está la Fundación viven varias familias y si el fuego se hubiera expandido habría sido una tragedia.
"Sería mucha casualidad" que este ataque no esté relacionado con el caso denunciado que terminó en la Justicia, comentó Daniel Costa, empleado de la FCU.
La Fundación de Cultura Universitaria es una institución cultural, sin fines de lucro, erigida por el Centro Estudiantes de Derecho (C.E.D.) del Uruguay y se dedica a difundir las ciencias jurídicas y sociales y la cultura en general, mediante publicaciones y otros medios.
Los estudiantes de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales organizados en el C.E.D. erigieron esta entidad para proporcionar a sus asociados y a los universitarios en general los materiales bibliográficos necesario y realizar, a la vez, una labor de promoción cultural.
La FCU precisó ayer martes, en un comunicado, que la denuncia presentada ante la Justicia no fue contra los pequeños comerciantes que colaboran con los estudiantes en el acceso al conocimiento sino contra las organizaciones empresariales que, además de abusar de la actividad de los autores y editores, evaden el pago de impuestos.
La justicia civil uruguaya procesó, sin prisión, a catorce personas que se dedicaban a fotocopiar libros de estudios, lo que está prohibido por ley.
Durante los procedimientos policiales, en locales comerciales de las inmediaciones de la estatal Universidad de la República (Udelar), se incautaron 250 libros de 41 autores y 80 fotocopiadoras industriales.