LONDRES.- La Casa Blanca aseguró que las llamadas del Primer Ministro británico, David Cameron, no han sido vigiladas por Estados Unidos.
La portavoz oficial estadounidense del Consejo de Seguridad Nacional, Caitlin Hayden, señaló a la cadena pública BBC que "puedo confirmar que sus comunicaciones no han sido, ni serán, vigiladas por Estados Unidos".
Esta semana se ha conocido que agentes de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense "pincharon" uno de los teléfonos móviles de la canciller de Alemania, Angela Merkel, y que esa misma agencia monitoreó millones de llamadas de teléfono en Francia.
Según publicó el diario británico "The Guardian" a partir de un documento de 2006 filtrado por el ex analista de la CIA Edward Snowden, la NSA espió las llamadas telefónicas de 35 líderes mundiales.
El Gobierno de Barack Obama no ha aclarado si espió o no en el pasado a Merkel, aunque subrayó que actualmente no se están interviniendo sus comunicaciones, mientras que la canciller cree que "no es aceptable en absoluto el espionaje entre amigos y aliados".
Cameron, uno de los aliados más firmes de EE.UU., no ha criticado el escándalo del espionaje telefónico pero sí ha censurado las revelaciones de Snowden.
Durante una rueda de prensa al término de la cumbre europea de Bruselas, Cameron defendió ayer el trabajo de los servicios de inteligencia y afirmó que las revelaciones de Snowden sobre el supuesto espionaje estadounidense "hacen el mundo más peligroso"•
"No comento los asuntos de los servicios de inteligencia. Todos los países los tenemos pero no nos pronunciamos sobre ellos", sostuvo Cameron, quien añadió que él "apoyará siempre su trabajo y criticará a quienes lo hagan público".
"Lo que Snowden ha hecho efectivamente y lo que algunos periódicos le ayudan a hacer, es convertir en mucho más difícil la protección de nuestros países y de nuestra población", subrayó el líder "tory".
Hoy mismo el diario "The Guardian" publica nuevos documentos secretos filtrados por Snowden, quien se encuentra asilado en Rusia, que señalan que el centro de escuchas británico GCHQ ha intentado mantener en secreto los programas de espionaje masivos.
El GCHQ temía que las revelaciones sobre su espionaje masivo diesen lugar a un "dañino debate público" sobre sus actividades y a demandas legales ante cortes como el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo.
Según las revelaciones de Snowden, el centro de escuchas británico colaboró con las actividades de espionaje masivo de EE.UU. y utilizó el programa norteamericano PRISM para obtener información privada de los principales servidores de internet.