El embajador Costos abandona el Palacio de Santa Cruz, sede del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España.
ReutersMADRID.- El embajador de EE.UU. en Madrid, James Costos, se comprometió hoy ante el secretario de Estado para la UE, Iñigo Méndez de Vigo, a despejar las "dudas" que han podido surgir acerca del supuesto espionaje de su país a España, informó en una nota el Ministerio de Asuntos Exteriores.
En un comunicado de la embajada estadounidense, Costos reconoce que algunos de sus "más cercanos aliados" expresaron su preocupación por la reciente divulgación "no autorizada de información clasificada".
Subraya la embajada que se trata de programas de seguridad nacional que han desempeñado "un papel fundamental" en la protección de los ciudadanos de Estados Unidos, y también "un papel primordial en la coordinación" con sus aliados y "también en la protección de sus intereses".
Recuerda que el presidente Barack Obama ordenó una "revisión interna" para asegurar que la información que se recaba en estos programas "no es toda la inteligencia que Estados Unidos es capaz de recoger, sino más bien la inteligencia que debe y tiene que ser recogida".
"Vamos a seguir consultando con nuestros aliados, entre ellos España, a través de los canales diplomáticos regulares para hacer frente a las preocupaciones que se han planteado", remarca.
La embajada de EE.UU. reconoce es necesario equilibrar el importante papel que estos programas desempeñan en la protección de su seguridad nacional y la protección y seguridad de sus aliados "con los problemas de privacidad legítimamente planteados".
"Vamos a seguir trabajando en estrecha colaboración con España en una gran variedad de temas para proteger la seguridad colectiva de nuestros dos países y de los ciudadanos estadounidenses y españoles", concluye.
Méndez de Vigo, que sustituyó al ministro, José Manuel García-Margallo, de viaje en Polonia, reiteró a Costos su "preocupación" por las noticias aparecidas en los últimos días y subrayó el "necesario equilibrio" que debe mantenerse entre la seguridad y la defensa de la privacidad e intimidad de las comunicaciones, "tal como recoge claramente la legislación española".