El gobierno de Venezuela dispuso ''manu militari'' rebajas de precios en numerosos establecimientos comerciales.
APCARACAS.- Dentro de una masiva campaña contra el empresariado de Venezuela, el Presidente de ese país y sucesor de Hugo Chávez, Nicolás Maduro, se jactó de que las autoridades chavistas arrestaron a un centenar de personas que calificó como "burgueses", término usado por grupos de izquierda para calificar a quienes desarrollan actividades económicas en el sector privado.
"Tenemos a más de 100 'burgueses' tras las rejas en este momento", afirmó el Mandatario en un discurso a la nación.
Según el régimen, las empresas han elevado los precios de artículos electrónicos y otros bienes en más de 1.000%.
El líder socialista afirmó dijo que su gobierno está preparando nuevas leyes para imponer límites a las ganancias de los negocios, las que deberán situarse obligatoriamente entre 15% y 30%.
Las nuevas normas formarían parte del paquete de proyectos de la llamada "ley habilitante", que faculta a Maduro a obtener poderes especiales y gobernar por decreto.
La polémica legislación fue aprobada el jueves en primer debate por la Asamblea Nacional, dominada por el oficialismo. La sanción definitiva se prevé para el próximo martes.
"Yo tengo casi lista una ley, que es la ley de costos, ganancias, precios y otros eventos económicos. En esa ley vamos a regular las ganancias", advirtió el jefe de Estado.
"No es momento de aflojar. Es momento de apretar la ofensiva y vamos a fondo, tenemos que llegarle a fondo, al hueso, a la guerra económica en esta batalla por Venezuela, a fondo", enfatizó.
Entre los blancos del chavismo se contó la empresa Goodyear. Según las autoridades, la reducción de 15% que acordó la firma sería insuficiente.
"La Goodyear tiene que bajar los precios más aún", declaró el propio Maduro. "No nos dejemos echar tierra en los ojos por nadie".
El Gobierno socialista lucha por contener la inflación, la más alta de América, que es agravada por la crónica escasez de bienes y débil crecimiento económico, pese a los recursos petroleros con que cuenta la nación.
La inflación anualizada de Venezuela llegó al 54,3 por ciento a octubre mientras la escasez tocó máximos desde hace más de tres años.
"Colas" y saqueos
Mientras tanto, miles de venezolanos siguen formando largas filas para aprovechar los descuentos en el comercio, ordenados por Maduro como parte de una "ofensiva económica".
Cargados con televisores, lavadoras, ropa y zapatillas deportivas, muchos se agolpan en tiendas que son visitadas desde el fin de semana por inspectores y miembros del Ejército, quienes fuerzan a sus propietaris a rebajar sus productos.
Para los seguidores del Mandatario, la acción es considerada como un acto de honestidad de quien han bautizado como "el Presidente justiciero".
Los opositores, en tanto, denuncian que las rebajas forzosas son una medida populista aplicada a sólo tres semanas de elecciones municipales que serán el primer "termómetro" de popularidad del actual gobernante.
Las rebajas y las colas consiguientes llevaron a que se produjeran saqueos en tiendas, sobre todo en el interior del país. Alrededor de 30 personas fueron arrestadas.
Muchos comerciantes se quejan de que los han obligado a rebajar sus precios pese a que la escasez de divisas, que son controladas por el Gobierno, los ha forzado a adquirir los productos de sus anaqueles con dólares paralelos que son nueve veces más caros que el dólar oficial, fijado en 6,3 bolívares.
Sin efecto en inflación
Analistas internacionales han advertido que las medidas de fuerza probablemente no tendrán mayor incidencia en reducir la inflación.
"Los recientes anuncios se han centrado en incrementar los controles. Es muy poco probable que resuelvan los problemas de inflación y escasez", explicó el banco de inversión Barclays.
"Con medidas efectistas sobre las consecuencias no se resolverá la raíz de la crisis y ésta perdurará", opinó el analista político Luis Vicente León.