BERLIN.- La canciller alemana, Angela Merkel, se reunirá hoy con la cúpula de su Unión Cristianodemócrata (CDU) y su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), en medio del malestar por la apertura de sus hipotéticos socios de coalición socialdemócratas hacia la Izquierda.
La cita, calificada de informal, se convocó para esta tarde, después de que el congreso federal del Partido Socialdemócrata (SPD) se saldara con claros signos de escepticismo hacia la gran coalición que negocian las delegaciones de los tres partidos.
Las conversaciones, abiertas formalmente en octubre, avanzan con notables dificultades y se prevé que en breve se celebre una reunión entre sus respectivos líderes –Merkel, el bávaro Horst Seehofer y el socialdemócrata Sigmar Gabriel– para tratar de limar diferencias.
Se da por hecho que la canciller hará concesiones en lo que se considera condición indispensable para el SPD –la implantación de un salario mínimo interprofesional– pero persisten los desacuerdos en cuestiones como equiparación de derechos de los homosexuales y la apertura de la doble nacionalidad para extranjeros.
Entre las filas conservadoras ha provocado gran malestar, según informaciones de "Der Spiegel", una resolución aprobada por amplia mayoría del congreso del SPD que no descarta, a medio plazo, una alianza con La Izquierda.
Tal alianza no se plantea para esta legislatura, pero rompe un tabú en el seno del SPD, que hasta ahora había descartado cualquier cooperación para un gobierno federal con esa formación, aglutinante de la disidencia del SPD más el poscomunismo del este de Alemania.
El congreso del SPD marcó ese cambio de rumbo, con el voto mayoritario de los 600 delegados, que al mismo tiempo dieron un toque de advertencia a su presidencia, que fue reelegida con porcentajes inusualmente bajos.
Merkel ganó claramente las generales del pasado septiembre con un 41,5 %, pero quedó cinco escaños por debajo de la mayoría parlamentaria y no puede contar ya con sus aliados dichos naturales, los liberales, que no obtuvieron escaños.
Un bloque entre el SPD, La Izquierda y Los Verdes tendría mayoría parlamentaria, pero esa posibilidad se ha dado por descartaba para esta legislatura, ya que tanto socialdemócratas como ecopacifistas la rechazaron frontalmente en la campaña electoral.
El escepticismo por la gran coalición expresado en el congreso de Leipzig ha acrecentado la incertidumbre acerca de si tal constelación será refrendada luego por la militancia del SPD.
La cúpula socialdemócrata se ha comprometido a someter a consulta de sus 473.000 militantes el pacto de coalición que pueda resultar de las negociaciones en curso.
Dicha consulta se celebraría en la primera quincena de diciembre y, en caso de aprobación, Merkel se someterá a la sesión de investidura aún antes de la pausa navideña.