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Santiago: Jueves 21 de noviembre del 2024 | Actualizado 13:57
MONTEVIDEO.- El proyecto de regulación de la compraventa y cultivo de la marihuana en Uruguay, que se tramita en el Senado, "no se verá afectado" por las advertencias de la ONU de que la ley violaría el tratado internacional sobre estupefacientes, afirmó hoy un legislador oficialista.
Las advertencias "no tendrá ninguna influencia" en el trámite del proyecto, señaló a Efe el senador oficialista Luis Gallo, vicepresidente de la Comisión de Salud Pública de la Cámara alta, que debate la iniciativa sobre el cannabis impulsada por el Gobierno del presidente uruguayo, José Mujica.
El órgano de la ONU que vigila el cumplimiento de los convenios internacionales sobre drogas advirtió el martes a Uruguay que su planeada ley sobre la marihuana viola los tratados internacionales suscritos por el país suramericano.
En concreto, la ley uruguaya sobre cannabis "contravendría lo dispuesto en la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes, la cual ha sido adoptada por 186 países, incluido Uruguay", indicó en un comunicado Raymond Yans, presidente de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE).
En opinión de Gallo, médico de profesión y legislador de la gobernante coalición de izquierda Frente Amplio (FA), esa postura de la ONU no influirá en el trámite del proyecto.
"Ya en otras naciones, como en Estados Unidos, 22 estados han regulado el uso terapéutico de la marihuana, y en Colorado y Washington también su uso recreativo, sin más repercusiones internacionales y sin sanciones de la ONU", justificó Gallo.
El senador argumentó que las convenciones internacionales sobre drogas "deben actualizarse para dar respuesta a las realidades presentes", en las que "se demuestra que los anteriores criterios prohibicionistas han ido fracasando".
Gallo consideró "necesario" que la ONU "saque al cannabis de la lista de grado uno de estupefacientes sujetos a fiscalización internacional", como paso previo para "avanzar en su regulación y normativización" al margen de otras sustancias que figuran en el listado, como la cocaína, la heroína o las drogas sintéticas.
El parlamentario descartó, asimismo, que Uruguay tome "acciones unilaterales" contra la Convención sobre Estupefacientes de la ONU, como ocurrió en el caso de Bolivia, que en 2012 solicitó una excepción a dicho convenio que le permitiese despenalizar el masticado de la coca en su territorio, una tradición para la población indígena protegida por la Constitución del país.
Por su parte, el senador opositor Alfredo Solari, del Partido Colorado, también médico y presidente de la Comisión de Salud del Senado, mostró su "preocupación" por el hecho de que "un país pequeño como Uruguay comience a incumplir tratados internacionales".
"El mecanismo de defensa de un país pequeño frente a las agresiones externas son las instituciones internacionales. Si ahora el Gobierno uruguayo incumple voluntariamente los tratados internacionales, las repercusiones políticas pueden dejar al país desprotegido", dijo Solari.
El proyecto impulsado por el presidente Mujica legaliza la compraventa y el cultivo de marihuana, y establece la creación de un ente estatal regulador que se encargaría de emitir licencias y controlar la producción y la distribución de la droga.
Los consumidores registrados, según prevé el proyecto de ley, podrán comprar marihuana en farmacias especialmente habilitadas, hasta un máximo de 40 gramos por mes, o cultivar en casa hasta seis plantas que produzcan no más de 480 gramos por cosecha.
El proyecto ya fue aprobado por la Cámara de Diputados donde, al igual que en el Senado, el oficialismo tiene mayoría.
Tras una nueva reunión de la Comisión de Salud del Senado celebrada el martes, ya se han sido votados diez de los 44 artículos que contiene el proyecto legislativo, indicó Solari.
Una vez que finalice el análisis de la comisión la iniciativa será puesta a consideración del pleno de la cámara.
