GINEBRA.- El tercer y último día previsto para las negociaciones entre Irán y los países del G5+1 sobre el programa nuclear iraní empezó hoy con una nueva reunión entre la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, y el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Javad Zarif.
Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia y China -los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU-, más Alemania, participan desde el miércoles en una tercera ronda de negociaciones con el equipo negociador iraní formado tras la llegada al poder del Presidente Hasan Rohani.
Las negociaciones han sido muy intensas hasta ahora, particularmente entre Zarif y Ashton, quien luego informa de lo avanzado o de los puntos de divergencia que persisten a los representantes del G5+1.
Por el lado del G5+1, la negociación es coordinada por Ashton, quien recibió este mandato del Consejo de Seguridad de la ONU.
Las reuniones plenarias entre las siete partes de esta negociación han sido limitadas y cuando han ocurrido han sido breves.
A pesar de que el ministro iraní y Ashton pasaron ayer varias horas reunidos se sabe que diferencias en puntos clave de la negociación persisten y que los avances concretos fueron muy escasos.
La delegación iraní se refirió públicamente a malentendidos que habían menoscabado la confianza en sus interlocutores, el G5+1, que desde hace varios años intenta obtener de Irán compromisos para garantizar la naturaleza pacífica de su programa nuclear.
Estos pasan, del lado iraní, por detener de forma inmediata el enriquecimiento de uranio al 20 %, que por su nivel próximo al necesario para convertirse en el elemento base de una bomba nuclear genera gran inquietud en la comunidad internacional.
El acuerdo que se persigue, según han adelantado los negociadores, tendrá una vigencia limitada de seis meses, durante los cuales se pasaría a una segunda fase negociadora para alcanzar un acuerdo integral que aborde todas las preocupaciones de una y otra parte.
Irán quiere que Estados Unidos y los países de la Unión Europea, en particular, reduzcan las sanciones económicas que le imponen.
Lo que ocurra hoy será decisivo para el futuro de este proceso, pues un fracaso alejaría la posibilidad de un acuerdo con Irán.
En cambio, si se logra cerrar los puntos más significativos de discordia, se puede esperar la llegada este fin de semana a Ginebra de los responsables de Exteriores del G5+1 para sellar el ansiado acuerdo.