RIGA.- El Presidente de Letonia, Andris Berzins, habló el sábado de "asesinato" respecto al desmoronamiento de un supermercado en Riga que el jueves dejó más de 50 muertos, planteando la cuestión de la responsabilidad humana en esta catástrofe.
"Este caso debería considerarse como un asesinato de numerosas personas indefensas y requiere una reacción adecuada", declaró el jefe de Estado a la televisión pública LTV.
"Es un caso complejo. No puede calificarse de catástrofe natural o de mala suerte, porque la naturaleza no desempeñó ningún papel", añadió Berzins, sin entrar en detalles.
El último balance de este accidente es de 53 muertos. El sábado se encontraron otros dos cadáveres entre los descombros, indicó la portavoz de los bomberos, Viktorija Sembele.
El sábado por la tarde, los bomberos y los socorristas continuaban buscando entre las ruinas del supermercado cuyo techo se desplomó el jueves al anochecer, cuando había numerosos clientes, pero sin esperanzas de encontrar supervivientes después de dos noches con temperaturas de casi cero grado.
"Nosotros tenemos 13 personas desaparecidas", informó Sigita Pildava, portavoz de la policía nacional.
"Yo estaba haciendo la cola en la caja cuando el techo se desplomó súbitamente. Todo sucedió en pocos segundos", relató uno de los supervivientes del siniestro, Antons Ryakhin de 19 años. Según él, en esos momentos había cerca de 100 personas en el interior.
Además agregó que el lugar estaba oscuro "pero había suficiente luz para ver la salida. Yo me precipité. Las puertas estaban abiertas, pero muchos escombros caían adelante. Creo que fue por eso que la gente no pudo salir", añadiendo que no escuchó sirenas de alarma.
La policía letona trabaja a partir de tres hipótesis para determinar las causas del accidente: la concepción del edificio, su construcción y los nuevos elementos que fueron instalados en el techo.
"Nosotros estamos verificando el menor detalle. La causa sigue siendo un misterio, pero hay que descubrirla. Aparentemente, si se cometió una falta, fue enorme", declaró Marite Staume, portavoz de la empresa Re&Re, que construyó el edificio.