Rafael Correa.
ReutersQUITO.- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró el sábado que su gobierno dará paso a la explotación petrolera en la región amazónica ecuatoriana limítrofe con Perú, a pesar de la oposición de grupos indígenas y ambientalistas.
"Los verdaderos dirigentes indígenas estaban en la ronda petrolera, se les ha dicho que van a ser los principales beneficiarios de la explotación", aseguró el mandatario durante su informe semanal de labores.
Correa calificó de "violentos" a los manifestantes que protestaron el martes en las inmediaciones del lugar en donde el gobierno celebraba la onceava ronda de negociaciones con empresas internacionales para la explotación de 13 bloques de la Amazonía, en una la zona fronteriza con Perú.
Según el mandatario, los manifestantes agredieron al embajador chileno, Juan Carlos Lira, y a un empresario de la petrolera bielorrusa Belorusneft. Por esto, Correa ofreció disculpas públicas a ambos.
"No podemos permitir que cualquier vieja desquiciada les vaya a gritar ahí, que les vayan a golpear con lanzas. (...) A mí se me cae la cara de la vergüenza. Por favor embajador Lira, le pido mil disculpas en nombre de los ecuatorianos", dijo el presidente.
El martes, la española Repsol, la chilena ENAP, la bielorrusa Belorusneft y la china Andes presentaron sus ofertas para la explotación de la denominada ronda Suroriente, que comprende las provincias de Pastaza y Morona Santiago, fronterizas con Perú.
La zona comprende 21 bloques de 200.000 hectáreas cada uno, de los cuales se seleccionaron 13 para la licitación.
El gobierno ecuatoriano estima que los recursos de los 21 bloques alcanzan casi 1.600 millones de barriles.
La negociación forma parte de un intento de Ecuador por ampliar sus reservas petroleras y recibir ingresos adicionales por unos 19.000 millones de dólares en las próximas dos décadas, destinados en su mayoría, según el gobierno, a la lucha contra la pobreza.