DUBAI.- Representantes de Irán y de seis potencias mundiales se reunirán esta semana para trabajar en la implementación de un acuerdo bajo el cual Teherán reducirá su programa nuclear, a cambio de un relajamiento de las sanciones en su contra, dijo un importante negociador iraní.
El acuerdo provisional del 24 de noviembre entre la república islámica y Estados Unidos, Francia, Alemania, China, Rusia y Gran Bretaña es visto como un primer paso hacia la solución de una disputa de una década que ha provocado el temor a una nueva guerra en Oriente Medio.
La agencia estatal de noticias Fars publicó citas del viceministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araqchi, quien dijo en una entrevista televisiva que Teherán esperaba pronto noticias de la diplomática Helga Schmid de la Unión Europea.
"Se supone que Schmid nos llame esta semana y es probable que nuestros expertos negocien durante la próxima semana en Ginebra o Viena para encontrar un mecanismo de implementación", dijo.
No obstante, tras años de mutua desconfianza, Araqchi dijo que el pacto no era legalmente vinculante y que Irán tenía el derecho a deshacerlo si las potencias no ponían fin al regateo.
"En el momento en que sintamos que la otra parte no cumple con sus obligaciones o sus acciones son insuficientes, revertiremos a nuestra posición previa y cesaremos el proceso", dijo Araqchi, según citas publicadas por Fars.
El viceministro es parte importante del equipo negociador de Irán. "De ningún modo somos optimistas sobre la otra parte - somos pesimistas - y les hemos dicho que no podemos confiar en ellos", agregó.
Un diplomático occidental describió la fase de implementación del acuerdo como "extremadamente compleja y difícil".
El enviado de Irán al organismo de supervisión nuclear de Naciones Unidas dijo el viernes que se espera que la fase de implementación parta a inicios de enero, mientras que diplomáticos occidentales hablan de un alivio a las sanciones dependiendo de la verificación de inspectores de la ONU.
La elección en junio de un presidente relativamente moderado en Irán, Hassan Rouhani, creó una apertura diplomática tras su promesa de terminar con el aislamiento de Teherán y obtener un alivio a las sanciones que han golpeado la economía del productor de petróleo.
El acuerdo está diseñado para evitar que Irán avance en su campaña nuclear y dar tiempo para que las negociaciones lleguen a un arreglo final que asegure que la actividad nuclear de Teherán es completamente pacífica.
Irán niega las acusaciones de que haya buscado desarrollar de forma encubierta la capacidad para producir armas nucleares y dice que su enriquecimiento de uranio tiene fines civiles de producción de energía.