BEIJING. - El vicepresidente estadounidense, Joe Biden, llegó hoy a Beijing para tratar de rebajar las tensiones por la nueva zona de control militar que el gigante asiático estableció de manera unilateral en el mar de China Oriental, en una zona donde se encuentran unas islas que se disputa con Japón.
Biden se entrevistará entre otros con el jefe de Estado y de partido, Xi Jinping, a quien expresará la "profunda preocupación" de Estados Unidos por la nueva zona militar.
Poco antes de su llegada, el Ministerio de Defensa chino había alertado de que sus fuerzas de combate están en condiciones de ejercer "un control eficaz" del área. Un portavoz criticó duramente la oposición japonesa al establecimiento de la zona y advirtió a Estados Unidos de que no debe enviar "señales equivocadas" con su apoyo a Tokio.
China exige en esta nueva área de vigilancia que los aviones se anuncien, identifiquen y sigan las órdenes de su fuerza aérea. Las reacciones dependerán de si se trata de un avión civil o militar y cuán grande es la amenaza o la distancia, dijo el portavoz.
"No serán necesarios aviones de combate si se comprueba que el avión que sobrevuela no representa un peligro para nosotros, pero debe garantizarse la vigilancia necesaria", añadió. "Si la amenaza de algún intruso alcanza determinada medida, se movilizarán aviones militares en el momento indicado para sortear esta situación", explicó.
Estados Unidos ha declarado por ahora que sus aviones no cumplirán con los requisitos exigidos por China. Antes de su llegada a Beijing, Biden habló de una "provocación". "Lo consideramos un intento unilateral de cambiar el statu quo en el mar de la China Oriental", afirmó.
La zona de vigilancia se extiende por encima de un archipiélago de islas deshabitadas cuya soberanía se disputan Japón y China. Se trata de una zona donde se cree que hay importantes recursos naturales.