Los países del mundo que menos registran a los niños son Somalia, Liberia, Etiopía y Zambia.
AgenciasNACIONES UNIDAS.- Casi 230 millones de niños menores de cinco años, aproximadamente la tercera parte de todos los que hay en el mundo, no tienen certificado de nacimiento ni otro documento que registre su existencia, según anunció hoy la Unicef.
"Los certificados de nacimiento son claves para garantizar que los niños no son olvidados, se les niegan sus derechos o quedan escondidas", señaló la subdirectora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Geeta Rao Gupta, en un comunicado.
La falta de documentación registro y documentación de los niños centra un informe elaborado por Unicef, que será divulgado este miércoles con motivo del 67 aniversario del organismo, y en el que se insiste en las consecuencias de este problema.
El documento señala que en 2012 aproximadamente un 60 % de los niños nacidos en todo el mundo fueron registrados, y los países del mundo que menos lo hacen son Somalia (3 %), Liberia (4 %), Etiopía (7 %) y Zambia (14 %).
Incluso cuando los bebés son registrados, muchos no tienen prueba documental de que ese trámite se ha realizado.
Uno de cada siete niños a nivel mundial no posee un certificado de nacimiento, y en la región del este y sur de África más de la mitad de los niños carecen de ese documento.
En algunos países eso ocurre porque se cobran tasas administrativas muy caras y en otros porque simplemente no se emiten pruebas de registro.
Riesgos
Los niños que no son registrados al nacer o no tienen documentación "a menudo son excluidos" de la educación, la sanidad o la seguridad social, señaló Unicef en la nota.
"Si las sociedades no les recuentan y ni siquiera reconoce que existen, (los niños) son más vulnerables a la negligencia y el abuso", insistió Rao Gupta.
Otra consecuencia negativa es que si los niños son separados de sus familias durante un desastre natural o un conflicto, es más complicado reunirles debido a la falta de identificación.
Los niños más afectados son los que viven en zonas rurales o remotas, de familias más pobres o pertenecientes a ciertas etnias o grupos religiosos, ya que la falta de registro es un síntoma de las desigualdades y disparidades de una sociedad, añade Unicef.
"Las sociedades no serán equitativas e inclusivas hasta que todos los niños sean contados", afirmó Rao Gupta, quien insistió en que el registro de los recién nacidos tiene consecuencias importantes "no solo para el bienestar del niño, sino también para el desarrollo de las comunidades y sus países".
Por ello, Unicef pidió que los países pongan en marcha programas para corregir las diferentes causas por las que los niños no son registrados, desde las elevadas tasas hasta el desconocimiento de los procedimientos, pasando por barreras culturales o el miedo a la discriminación.
En este sentido, el organismo de ayuda a la infancia señaló que está comenzando a poner en marcha programas innovadores para ayudar a gobiernos y comunidades a mejorar sus sistemas de registros civil, en algunos casos empleando nuevas tecnologías.