TEHERÁN.- La desconfianza mutua está frenando el progreso del pacto nuclear iraní, declaró hoy el viceministro de Exteriores y miembro destacado del equipo negociador de Irán, Abás Araqchi.
"Se ha progresado en algunas áreas, pero desafortunadamente sigue habiendo problemas en otras, debido, por ejemplo, a algunas interpretaciones erróneas que han causado desacuerdos", dijo Araqchi al canal de noticias iraní IRINN.
"Debido a la desconfianza histórica, no podemos confiar en ellos. La desconfianza rige nuestras relaciones", afirmó, en relación a las potencias con las que Irán negocia un acuerdo nuclear, el Grupo 5+1, formado por Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido más Alemania.
También hoy el ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, señaló en una rueda de prensa conjunta con su homóloga italiana, Emma Bonino, de visita oficial en el país, que las negociaciones nucleares "progresan lentamente" y deben ser entendidas a nivel de "macropolítica".
"Antes o después tendremos resultados", aseguró Zarif, quien indicó que "no hay que crear obstáculos y ponérselo difícil" a la parte iraní.
Añadió que, "para lograr un futuro diferente y preparar el camino para eliminar la desconfianza del pasado, hay que implementar lo que se acordó (en Ginebra), acordar un mecanismo ejecutivo y seguir adelante con buena voluntad y buenas intenciones".
El titular de Exteriores iraní anunció que hablará hoy con la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, sobre la marcha de las negociaciones nucleares.
Por su parte, Bonino mostró su confianza en que las negociaciones en materia nuclear sigan avanzando y "deriven en una apertura entre la Unión Europea e Irán", pero hay que entender que es "un proceso largo que necesita persistencia y paciencia".
Irán y el G5+1 firmaron el pasado 24 de noviembre en Ginebra un Plan de Acción por el que Teherán se comprometía a congelar algunas de las partes más polémicas de su programa nuclear, a cambio de un levantamiento parcial y temporal de las sanciones internacionales, y las partes se daban seis meses para alcanzar un acuerdo final.
Hace diez días el acuerdo se encontró con el primer escollo importante, tras la aprobación en Estados Unidos de penalizaciones para más empresas y personas por negociar con Irán, lo que motivó que el equipo de Teherán que negociaba en Viena la implementación del principio de acuerdo abandonase el diálogo, que se retomó una semana más tarde en Ginebra.
La comunidad internacional sospecha que, bajo el paraguas de un supuesto programa nuclear civil, Irán quiere hacerse con los materiales y conocimientos para poder acceder a armas atómicas, acusación que Teherán niega e insiste que tiene fines exclusivamente pacíficos.