BAGDAD.- El ministro iraquí de Defensa, Saadun al Duleimi, salió ileso hoy de un atentado al explotar una bomba al paso de su convoy en la provincia de Al Anbar, en el oeste de Irak.
El atentado tuvo lugar en la carretera que une la ciudad de Faluya con Ramadi, capital de la provincia, e hirió a dos de los guardaespaldas del ministro, que no sufrió ninguna lesión, indicó una fuente oficial.
Las Fuerzas Armadas iraquíes decidieron ayer detener sus operaciones terrestres de forma temporal en Al Anbar, escenario reciente de varios atentados, y optar por ataques aéreos contra supuestos bastiones terroristas.
Una fuente de seguridad, citada por el canal local "Sumeriya", señaló que Irak ha recibido informaciones sobre la ubicación de esos bastiones terroristas de las fuerzas estadounidenses desplegadas en el Golfo Pérsico.
La fuente atribuyó esa decisión a razones técnicas para mejorar las maniobras y permitir el descanso de los soldados del Ejército de Tierra.
Esto se produce tres días después del asesinato del comandante de la séptima división del Ejército, Mohamed al Karawi, junto a otros catorce oficiales y soldados, en Al Anbar.
Los uniformados, entre ellos varios altos mandos castrenses, perdieron la vida al producirse una explosión mientras efectuaban una redada en un supuesto escondite de Al Qaeda en la zona de Wadi Huran.
Irak sufre un repunte de la violencia sectaria y de los atentados terroristas, que causaron durante el mes de noviembre la muerte de 948 personas, la mayoría de ellas civiles, según cifras del Gobierno.