El Primer Ministro japonés, Shinzo Abe, recorre el santuario junto a un religioso sintoísta.
ReutersTOKIO.- El Primer Ministro de Japón, Shinzo Abe, llevó a cabo este jueves una discutida visita al santuario de Yasukuni, un centro religioso sintoísta situado en Tokio que rinde homenaje a militares fallecidos en distintas guerras en las que ha participado el país, entre ellas la expansión nipona desde principios del siglo XX y el segundo conflicto mundial (1939-1945).
China y Corea del Sur expresan constantes quejas sobre la veneración brindada a por lo menos 14 personas que fueron acusadas de cometer graves crímenes de guerra por los tribunales aliados.
Medios de comunicación locales confirmaron este jueves la realización de la visita. Abe se presentó en el recinto religioso a las 11:30 horas (local), según el diario "The Japan Times".
La fecha coincide con el primer aniversario del comienzo del gobierno del actual jefe de Gobierno.
"Estamos al corriente de que el primer ministro visitará hoy el santuario", había precisado antes un portavoz de su equipo.
No obstante, los servicios oficiales no tenían previsto hacer ningún anuncio al respecto, enfatizó el vocero.
Conflicto en ascenso
La acción del Primer Ministro ocurre mientras ha escalado la tensión diplomática y militar entre Tokio y Beijing debido a la disputa por las diminutas pero estratégicas islas Senkaku/Diaoyu, situadas en el Mar de la China.
Al mismo tiempo, Abe anunció que aumentará significativamente el presupuesto militar japonés, lo que ya despertó inquietud en su poderoso vecino.
La visita es la primera en la que un jefe de gobierno japonés en ejercicio se presenta en Yasukuni desde Junichiro Koizumi, quien llegó al santuario el 15 de agosto de 2005, aniversario de la capitulación japonesa al final de la Segunda Guerra Mundial.
En esa oportunidad, Beijing acusó al entonces jefe de Gobierno de "dañar las relaciones sino-japonesas", mientras que Seúl consideró el hecho un "escollo mayor" entre las dos naciones.
Tanto en China como en Corea y según sectores en el propio Japón, Yasukuni constituye un símbolo del imperialismo nipón que concluyó con la derrota de 1945. Sus defensores, en cambio, afirman que rinde homenaje al patriotismo.
En el recinto se venera como "kami" -concepto cercano al de "alma" o "espíritu"- a más de 2,4 millones de militares y no combatientes que actuaron en conflictos desde la guerra Boshin de 1867 a la Segunda Guerra Mundial.