RAMADI.- Hombres armados vinculados a Al Qaeda controlaron este jueves la mitad de Faluya, así como algunas calles de Ramadi, una región al oeste de Bagdad mayoritariamente sunita, centro de la oposición al primer ministro chiita Nuri al Maliki.
Los enfrentamientos entre el ejército y los grupos armados comenzaron el lunes en el sector de Ramadi después del desmantelamiento de un campamento de contestatarios antigubernamentales. Esos actos de violencia, que rápidamente se extendieron a Faluya, dejaron 14 muertos.
Después el ejército se retiró de ambas ciudades, bastiones de la insurrección posterior a la invasión de Irak en 2003, liderada por Estados Unidos.
"La mitad de Faluya está en manos del EIIL (la organización vinculada a Al Qaeda Estado Islámico de Irak y el Levante), y otra mitad en manos" de hombres armados de las tribus, aseguró un responsable del ministerio del Interior.
Un testigo indicó que los insurgentes habían instaurado puestos de control en el centro y el sur de Faluya, situada a unos 100 km de Bagdad.
"En Ramadi la situación es similar, algunos sectores son controlados por el EIIL y otros por" miembros de las tribus, agregó el responsable del ministerio del Interior.
Un periodista de la AFP en Ramadi, situada algo más al oeste que Faluya, vio decenas de camiones que transportaban a hombres fuertemente armados y que se dirigían al este de la ciudad gritando canciones elogiando al Estado Islámico en Irak y el Levante. No se veían miembros de las fuerzas de seguridad en las calles, precisó el periodista.
Los insurgentes, que gritaban "nuestro Estado (islámico) es victorioso", agitaban banderas negras con el credo islámico.
Ramadi es la capital de la provincia de Al Anbar, habitada fundamentalmente por sunitas, que se encuentra en primera línea de la contestación al gobierno de Maliki, dominado por los chiitas, mayoritarios en el país.