Se presume que la operación denominada ''Rápido y Furioso'' consistió en un intercambio estratégico de información.
AgenciasWASHINGTON.- La Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) de Estados Unidos negó haber pactado alianzas con el cártel de Sinaloa, con el objetivo de brindarles apoyo operacional a cambio de información de interés para las agencias federales relacionada con los grupos rivales.
"Sobre las teorías que han circulado acerca de que (la operación) 'Rápido y Furioso' fue parte de un acuerdo para financiar y armar al cártel de la droga a cambio de información, son teorías infundadas y no son ciertas", dijo Janice L. Kemp, portavoz de la agencia.
"Rápido y Furioso", es un programa encubierto de la ATF que se inició en 2009, la cual permitió que cerca de dos mil armas fueran adquiridas por organizaciones criminales mexicanas bajo conocimiento de dicha entidad.
La ATF reconoció que el plan pretendía "dejar pasar las armas" a México con el fin de detectar en qué manos terminaban para después capturar a los capos criminales. Sin embargo, el plan fracasó y quedó en evidencia después de que un agente de la patrulla fronteriza estadounidense, Brian Terry, fuera asesinado en un tiroteo en el que presuntamente se empleó una de esas armas.
Desmentidos
El desmentido de ATF responde a un reportaje publicado esta semana por el periódico mexicano "El Universal", acerca de una presunta conexión entre agencias federales estadounidenses y la organización del narcotráfico que lidera Joaquín "El Chapo" Guzmán.
El matutino publicó que entre 2000 y 2012 las autoridades de Estados Unidos acordaron con el cartel de Sinaloa el permiso para traficar miles de millones de dólares en drogas, a cambio de información sobre narcotraficantes rivales.
El rotativo publicó una serie de documentos de la corte federal de Chicago que incluyen la declaración de Jesús Vicente Zambada Niebla, extraditado de México a Estados Unidos, y quien era presuntamente el coordinador logístico del tráfico de drogas desde América Latina hasta Estados Unidos, y que es hijo de uno de los presuntos jefes del cártel de Sinaloa, Ismael 'El Mayo' Zambada.
La declaración se presentó el 29 de julio de 2011 ante el juez federal Rubén Castillo, después de que Zambada Niebla fuera extraditado a Chicago en febrero de 2010.
En ella, Zambada Niebla responsabilizaba a "Rápido y Furioso" de miles de asesinatos en México, y aseguraba que él era "inmune al arresto o el enjuiciamiento" debido a la información que proporcionó a los agentes federales de Estados Unidos.
Sobre el mismo caso, un agente de la DEA (Agencia Antidrogas), Manuel Castañón, testificó después al tribunal federal que, en efecto, él se reunió con el presunto narcotraficante en un hotel de la Ciudad de México.
Presuntos beneficiarios
Entre aquellos que recibieron armamento procedente de Estados Unidos a través de la operación de la ATF había informantes de la DEA y el FBI trabajando para narcotraficantes, incluyendo los jefes de esos grupos, según su declaración.
"La evidencia parece indicar que el Departamento de Justicia no sólo permitió que criminales contrabandearan armas, sino que el dinero de los contribuyentes en la forma de pagos a informantes pudo haber financiado esas actividades. Está claro que algunas armas deliberadamente fueron permitidas por el FBI y otros representantes del gobierno para terminar en el Cártel de Sinaloa y entre los muertos por esas armas se encuentran policías", declaró.
De acuerdo con las confesiones ante el tribunal, las autoridades mexicanas nunca se enteraron de esta estrategia del gobierno de Estados Unidos, para haberlas prevenido en su momento.