WASHINGTON.- El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recortó este viernes las atribuciones de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) al establecer salvaguardas a las libertades civiles, pero mantendrá la recolección de información.
En un esperado discurso que delineó los cambios en los programas dejados al descubierto por el ex analista de inteligencia Edward Snowden, el Mandatario aseguró también que puso un freno a la interceptación de comunicaciones de líderes extranjeros aliados.
"Estoy ordenando una transición que terminará" con el programa "tal como existe actualmente", así como "establecer un mecanismo que preserve las capacidades que tenemos" sin que el Gobierno "tenga el control de esos registros telefónicos", anunció Obama en un discurso en el Departamento de Justicia en Washington.
"He dejado claro a nuestra comunidad de inteligencia que, a no ser que haya un importante motivo de seguridad nacional, no se vigilarán las comunicaciones de jefes de estado y gobierno amigos y aliados cercanos", añadió el Mandatario estadounidense.
Obama también propuso ofrecer nuevos mecanismos de protección a extranjeros cuyos datos fueron recolectados por la NSA, que se suman a los millones de páginas de datos de comunicaciones telefónicas e Internet en todo el mundo.
"Considerando el poder único del Estado, no es suficiente que los líderes digan: 'confíen en nosotros, no vamos a cometer abusos con los datos que recolectamos", señaló.
El conjunto de propuestas de Obama representan la búsqueda de un compromiso entre las demandas de los defensores de las libertades civiles, que consideran inconstitucional la recolección de datos, y las resistencias a cualquier cambio en la comunidad de inteligencia.
El centro de los cambios es el compromiso presidencial de poner fin a la recolección de metadatos telefónicos detallando la duración y destino de llamadas aunque no su contenido.
"Creo que los críticos están en lo cierto cuando apuntan que sin salvaguardas, este tipo de programa puede ser usado para conseguir más información sobre nuestras vidas privadas, y abrir la puerta a programas de recolección de datos más intrusivos", dijo.
El jefe de Gobierno apuntó que "necesitamos un nuevo abordaje. Por eso, ordené una transición que eliminará al programa de recolección de metadatos como existe actualmente, la Sección 215, y establecer un mecanismo que preserve las capacidades que tenemos sin que el gobierno mantenga esos metadatos".
Por eso, el presidente orientó al secretario de Justicia, Eric Holder, y a la propia NSA, que elaboren en 60 días una alternativa para almacenar esos datos.
Además, adelantó que a partir de ahora los agentes de la NSA deberán pedir permiso a una corte para tener acceso a los datos de una persona de interés especial.
Sin embargo, Obama dejó claro que la retención de datos telefónicos puede convertirse en una herramienta vital para que los mecanismos de inteligencia detecten contactos entre "sospechosos de terrorismo", y que por ello debe continuar.