El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llega a Ginebra para participar en las conversaciones de paz sobre Siria que tienen sede en Montreux.
APMONTREUX.- El primer intento de gran envergadura para conseguir la paz en Siria arranca este miércoles en la ciudad de Montreux, en Suiza, con la presencia de representantes del régimen encabezado por el Presidente Bashar Al-Assad y de la oposición en el exilio.
Pese a las tibias esperanzas sobre los resultados del contacto promovido por las grandes potencias globales, la advertencia de evitar optimismo excesivo están sobre la mesa.
"No creo que nadie que haya tratado con los representantes oficiales sirios se haya hecho alguna idea falsa acerca de progresos rápidos", indicó un alto responsable estadounidense en Washington.
En principio, las posiciones de los dos campos enfrentados parecen irreconciliables. La oposición reclama la salida de Assad, quien está en el poder desde 2000 tras suceder a su padre, Hafiz Al-Assad.
Damasco, en tanto, quiere imponer su concepto de "guerra contra el terrorismo" con el que justifica sus arremetidas militares contra los opositores. También advierte que el destino del jefe de Estado alauita constituye una "línea roja".
Los diplomáticos no se hacen ilusiones y prevén de que el diálogo será largo y laborioso.
En este marco, la comunidad internacional busca resultados tangibles, como el suministro de ayuda humanitaria a la población afectada, la obtención de un alto el fuego localizado en lugares como Alepo o el intercambio de prisioneros.
"No hay que esperar pasos importante los próximos días", advirtió el ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, William Hague, al llegar a Montreux.
"No obstante, cuando la diplomacia se pone en marcha, se pueden conseguir cosas, ya lo hemos comprobado con otros asuntos, sobre todo el expediente nuclear iraní", añadió.
Que "prevalezca la razón"
Para Burhan Ghaliun, dirigente opositor desde hace muchos años y presente ahora en Montreux, "hay que dejar de lado los sentimientos y hacer que prevalezca la razón". "Si existe un 10% de posibilidades de realizar progresos en interés del pueblo sirio, ya será buena cosa", estimó.
Durante las tratativas, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, debe tomar la palabra, seguido por el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, y el secretario norteamericano de Estado, John Kerry.
Las delegaciones sirias, la oficialista y la de la coalición opositora encabezada por Ahmad Jarba, expresarán luego sus puntos de vista, seguidos por el resto de los 40 países y organizaciones invitados a Montreux.
Para los participantes se trata de encontrar soluciones para frenar el ciclo infernal de la guerra civil que ha causado más de 130.000 muertos y forzado a millones de sirios a dejar sus casas y su país.
La conferencia, postergadas varias veces, estuvo a punto de ser anulada a última hora tras la polémica generada por la invitación sorpresiva de Irán, valedor de Siria en Cercano Oriente, por Ban.
La oposición siria amenazó con boicotear la cita, pero intensas protestas de los líderes occidentales levaran a Ban Ki-moon a retirar su propuesta.