Tacna.
Patricio Banda, El MercurioLIMA.- Una tranquilidad absoluta se notaba hoy en Perú en la víspera del día en que la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) dictará sentencia en la demanda contra Chile por los límites marítimos.
Pese a que hay marcada expectativa por el tema y a que en el Perú siempre ha habido recelos hacia Chile y anhelos de reparación tras la Guerra del Pacífico (1879-1883), la tendencia claramente mayoritaria apunta a acatar sin reservas el fallo de la CIJ y dar por cerrado ese capítulo de forma amigable.
Dentro de la población y la clase dirigente también parece instalada sólidamente la idea de que la Corte le dará la razón a Lima al menos en forma parcial, lo que ha conducido a un optimismo moderado que el gobierno ha pedido no confundir con "triunfalismo". "El fallo será en cualquier escenario favorable para nosotros. Estamos convencidos de haber presentado argumentos muy sólidos", dijo la ministra peruana del Exterior, Eda Rivas, en una entrevista que publica hoy el diario limeño "La República".
"Más que una reivindicación, será un hecho que concluya una etapa de nuestra historia republicana. Queda claro que este tema marítimo se consolida recién con el moderno Derecho del Mar en la década de 1980. Abrirá una nueva etapa en la historia de nuestro país, en la cual definitivamente esperamos que se potencie la relación con Chile", agregó Rivas.
Perú demandó a Chile ante la CIJ en enero de 2008 porque alega que no hay límites marítimos acordados y por tanto los vigentes en la práctica no son legítimos. Santiago considera que sí lo son porque fueron acordados en tratados firmados en 1952 y 1954, pero Lima no le reconoce valor demarcatorio a esos documentos.
La CIJ no solo anunciará mañana cuál país tiene razón en ese punto, sino que además, en caso de considerar correcta la posición del Perú, fijará de forma inapelable la nueva frontera marítima, a partir de las posiciones que cada bando tiene sobre la forma como debería trazarse.
Chile sostiene que la frontera debe ser una línea recta a partir del hito que marca la frontera terrestre, pero Lima sostiene que el trazo debe ser perpendicular de acuerdo con la geografía de las cosas. El caso compromete unos 36.000 kilómetros cuadrados de territorio marítimo que hoy están en manos chilenas y unos 26.000 kilómetros cuadrados que están catalogados como alta mar.
Entre los expertos peruanos hay la creencia, por antecedentes, de que la CIJ no le dará la razón al cien por ciento a ninguna de las partes, sino que adoptará una decisión "salomónica" pero amparada estrictamente en el derecho internacional. En ese marco, gana fuerza como especulación la posibilidad de que se comience con una línea recta y luego se pase a la perpendicular.
Los dos gobiernos se han comprometido a acatar el fallo sea cual fuera y en eso ha habido comunión desde mediados del proceso, pero en los últimos días han surgido discrepancias por las afirmaciones de funcionarios chilenos, incluido el presidente Sebastián Piñera, sobre una aplicación "gradual" de la sentencia.
"No hay absolutamente nada que negociar. Las resoluciones que se den no deben demorar (en aplicarse) más de dos días. No entiendo por qué Chile menciona que la implementación será larga. Ocurre que hay un patrioterismo demagógico", dijo el ex canciller peruano Fernando de Trazegnies, en una entrevista de hoy del diario "El Comercio".
"Desde el momento en que se conozca el fallo, si nos otorgan la equidistancia tenemos soberanía sobre ese espacio. Por supuesto que hay que formalizar para poder inscribir la zona en Naciones Unidas, pero eso es solo una tramitación", agregó De Trazegnies.
Llamados encabezados por el ex presidente peruano Alan García para que mañana se embandere el país y se modifiquen los horarios de trabajo no tuvieron mayor acogida e incluso fueron criticados por "patrioteros" y "oportunistas". Algunas banderas sin embargo ya se veían izadas hoy. La Policía ha reforzado su presencia en la ciudad fronteriza de Tacna, la de más contacto físico con Chile, pero tampoco allí hay señales de que pueda haber excesos de triunfalismo o de rebeldía según sea el caso.
En la Guerra del Pacífico, Chile tomó territorio peruano y ocupó durante años incluso Lima, lapso en el que los soldados invasores cometieron atropellos, según se admite hoy en ambos lados. Para el psiquiatra peruano Max Hernández, eso ha generado cicatrices de difícil reparación.
No obstante, expertos coinciden en que el "antichilenismo" propio del Perú ha disminuido notoriamente en los últimos años, en medio de una fluida relación comercial, financiera y cultural, por lo que el fallo que cerrará para siempre los conflictos limítrofes (los terrestres están acordados desde 1929) se da en un marco menos tenso del que hubiera podido presentarse años atrás.