LONDRES.- Los detectives británicos que investigan la desaparición de la niña británica Madeleine McCann en Portugal viajaron a ese país para abordar con sus colegas portugueses nuevas pistas del caso.
Madeleine no había cumplido aún los cuatro años cuando desapareció de la habitación en la que dormía en un complejo turístico del Algarve, sur de Portugal, el 3 de mayo de 2007.
De acuerdo con la prensa británica, detectives de Scotland Yard viajaron al Algarve tras pedir a la Policía portuguesa que les ayudase a localizar a tres ladrones vistos cerca del lugar de donde desapareció Madeleine.
Al parecer, el equipo británico -encabezado por el inspector jefe Andy Redwood- quiere pedir a los agentes portugueses ayuda para interrogar a tres posibles sospechosos.
Según el diario "The Guardian", los registros de móviles indican que al parecer estos sospechosos se comunicaron varias veces entre ellos horas después de la desaparición de la pequeña.
El año pasado, el programa Crimewatch de la BBC, que ayuda a resolver delitos, dedicó una edición al caso Madeleine, y aportó fotografías electrónicas de un posible sospechoso, visto por el lugar la noche que desapareció la menor.
Las fuerzas del orden están convencidas de que la desaparición de Madeleine fue planificada y concentran su investigación en los movimientos de personas entre las 8:30 y las 10 de la noche, cuando la madre de la niña, Kate McCann, descubrió que su hija no estaba en la habitación donde la había dejado durmiendo antes de salir a comer con su marido, Gerry McCann, a un restaurante cercano.
Madeleine desapareció cuando dormía con sus dos hermanos y mientras sus padres cenaban en un restaurante del complejo turístico de Playa de la Luz donde se alojaban.
Las autoridades portuguesas abandonaron el caso en 2008, pero Scotland Yard lo empezó a revisar en 2011 y el año pasado reabrió la investigación en forma oficial.
La decisión de Scotland Yard de iniciar su propia pesquisa oficial, al margen de la policía portuguesa, se produjo después de que el primer ministro británico, David Cameron, aceptase en 2012 una petición de los McCann para revisar el caso.