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Más de 135.000 personas han muerto desde que se inició el conflicto en Siria

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó que se trata de al menos 31.629 fallecidos en las filas de los rebeldes, mientras que en el bando del régimen sirio hubo 53.776 bajas.

01 de Febrero de 2014 | 13:04 | EFE
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El Observatorio Sirio de Derechos Humanos hizo un recuentos de las víctimas desde que comenzó el conflicto en Siria, en marzo de 2011.

EFE (Archivo)

BEIRUT.- El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) informó este sábado que al menos 136.227 personas, de las que 47.998 eran civiles, han muerto desde el inicio del conflicto en Siria, en marzo de 2011.

La organización explicó que realizó un recuento de las víctimas desde el fallecimiento de la primera persona, el 18 de marzo de 2011 en la provincia meridional de Deraa, hasta ayer 31 de enero.

Entre los 47.998 civiles, hay al menos 7.372 menores muertos y 4.920 mujeres.

En las filas de los rebeldes se registraron al menos 31.629 bajas, entre ellos muchos yihadistas extranjeros.

Mientras, en el bando del régimen sirio, hubo 53.776 fallecidos: 32.936 soldados y efectivos de las fuerzas de seguridad, 20.231 milicianos progubernamentales sirios, 271 miembros del grupo chií libanés Hizbulá y 338 combatientes chiíes de otras nacionalidades.
A todas estas víctimas se suman 2.824 personas de identidad desconocida.

El Observatorio no descartó que el número de muertos entre los opositores armados pueda ser superior a 50.000 por los choques que se desarrollan actualmente entre las distintas facciones en el norte de Siria, pero destacó que no ha podido confirmar estos datos debido al secretismo que rodea a estas bajas.

El grupo, con sede en Londres y una amplia red de activistas sobre el terreno, subrayó que en el recuento total no están incluidos los más de 17.000 detenidos que se cree que hay en cárceles gubernamentales, así como los más de 6.000 prisioneros leales al régimen capturados por los insurgentes.

El Observatorio renovó su llamamiento al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para que la comunidad internacional actúe para detener el derramamiento de sangre en Siria y ayude al pueblo de este país a lograr un Estado democrático, donde haya justicia e igualdad y se garanticen los derechos de todos los integrantes de la sociedad.