BEIJING.- Crece la alarma en China después de que se haya revelado que una nueva cepa de gripe aviar, la H10N8, es la causa de la muerte de una anciana en diciembre y ha contagiado al menos a otra persona en la misma provincia del sureste del país asiático desde entonces.
La mujer, de 73 años de edad y residente de la ciudad de Nanchang (Jiangxi), contrajo el virus después de visitar un mercado de aves de corral vivas, aunque no se ha comprobado que fuera esa la causa del contagio, publica la revista científica "The Lancet".
Según asegura a ese medio el profesor Liu Mingbin, del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Nanchang, "se identificó un segundo caso de H10N8 en la provincia de Jiangxi el 26 de enero 2014".
"Esto es de gran preocupación, ya que revela que el virus H10N8 ha seguido circulando y puede infectar a más humanos en el futuro", dijo, aunque no se ha concluido que así sea.
La nueva cepa, la quinta de gripe aviar, tiene "un perfil genético preocupante y debe ser vigilada de cerca", incide la publicación, para la que han colaborado científicos chinos de distintos centros del país.
El estudio destaca que el virus es capaz de infectar los tejidos del pulmón humano y puede tener características que le permitan "expandirse entre los humanos".
Ambos casos son los primeros contagios de humanos del H10N8, un virus que había sido encontrado sólo dos veces en China anteriormente, la primera en una muestra de agua de un lago de Hunan (centro) en 2007, y la segunda en un corral de aves vivas de la provincia de Cantón (sur) en 2012.
No obstante, esta cepa es diferente de las anteriores, dice el estudio.
China hace frente desde hace unos meses a un brote de la cepa H7N9 de gripe aviar, que ha matado a 23 personas en lo que va de año, la última una mujer de 59 años de la provincia oriental de Jiangsu, una de las más afectadas.
El número de contagios es incierto, si bien se estima oscila entre los 100 y los 120, según las fuentes.
Las autoridades sanitarias chinas afirmaron hoy en un comunicado que no se ha hallado ninguna prueba de que el virus H7N9 pueda transmitirse de humano a humano, y que la mayoría de los casos han sido aislados.