PALMA DE MALLORCA.- Seis horas estuvo la infanta Cristina de Borbón, hija menor del rey de españa, entregando su testimonio como imputada de supuestos delitos de fraude fiscal y lavado de dinero. La integrante de la realeza acudió al tribunal de Palma de Mallorca, en las Islas Baleares, tras recibir la orden de la justicia.
Esta es la primera vez que un miembro de la familia real española presta declaración en un tribunal, y su comparecencia provocó un fuerte despliegue policial y mediático.
En su comparecencia judicial, la duquesa de Palma respondió durante casi cinco horas a las preguntas del juez de Instrucción de Palma de Mallorca José Castro; y durante media hora a las del fiscal Anticorrupción, Pedro Horrach.
Cristina de Borbón también respondió a las cuestiones de la abogacía del Estado, pero no contestó a las preguntas formuladas por las acusaciones.
La declaración forma parte de la investigación sobre la supuesta desviación de unos 8 millones de dólares de fondos públicos, entre 2003 y 2006, a través del Instituto Nóos, una entidad sin ánimo de lucro que dirigía el marido de la infanta, Iñaki Urdangarín, y un socio.
La infanta y su marido crearon la empresa Aizoon, a la que presuntamente fueron a parar parte de esos fondos.
El abogado de la infanta, Miquel Roca, afirmó ante los medios de comunicación al término de la declaración que su clienta dijo ante el juez "su propia verdad". Ha demostrado que "todos somos iguales ante la ley" y ha colaborado con la Justicia, dijo Roca, "sin ningún tipo de privilegio ni aforamiento".
El abogado, uno de los "padres" de la Constitución española, se mostró "muy satisfecho" con la declaración de la infanta Cristina, al considerar que "le ha sido posible explicar con todo detalle cuál ha sido su intervención" en los hechos, y ha expresado su "plena confianza" en la Justicia, que "seguirá su camino".