WELLINGTON.- Nueva Zelandia criticó enérgicamente a Japón por permitir el ingreso de barcos balleneros al mar patrimonial neozelandés.
Las autoridades del país oceánico señalaron esre lunes que Japón hizo caso omiso del exhorto a que el ballenero Shonan Maru 2 se mantuviera alejado de su zona económica exclusiva -370 kilómetros (200 millas marinas) desde la costa- mientras perseguía una embarcación operada por la organización ecologista Sea Shepherd.
El incidente sucedió mientras las tensiones sobre la caza de ballenas se intensifican. La semana pasada, otro ballenero japonés y una segunda embarcación del grupo Sea Shepherd chocaron en las aguas congeladas cerca de la Antártida, un suceso en el que ambas partes se culpan mutuamente.
El ministro del Exterior neozelandés Murray McCully dijo que las más recientes acciones de Japón fueron "de poca ayuda, irrespetuosas y miopes", y el lunes citó formalmente al embajador japonés Yasuaki Nogawa a reunirse con un funcionario de alto rango, quien le manifestó la "profunda decepción" de Nueva Zelanda.
"La embajada de Nueva Zelanda en Tokio dejó muy en claro la semana pasada que no queríamos que miembros de la flota de balleneros japoneses ingresara a nuestra zona económica exclusiva", indicó McCully, agregando que "la férrea oposición de Nueva Zelanda a los balleneros japoneses en el Océano Antártico es bien conocida y podrían tomarse medidas posteriores".
La embajada japonesa se negó a hacer declaraciones al respecto el lunes.
De acuerdo con un tratado de Naciones Unidas firmado por más de 160 países, incluidos Nueva Zelanda y Japón, todos los países tienen ciertos derechos soberanos sobre su zona económica. Esos derechos no son tan imperativos como los derechos en las aguas territoriales, que se extienden hasta 19,2 kilómetros (12 millas) de la costa.