LA PAZ.- El número de personas fallecidas por el deslizamiento de un cerro en el departamento boliviano de Cochabamba a causa de las lluvias se eleva ya a 14, entre ellos varios niños.
El alcalde de Morochata, Juan Vegamonte, señaló que las víctimas son ya 14, aunque hasta ahora sólo se han recuperado cuatro cuerpos, uno de ellos el de un pequeño de cuatro años, según un reporte de radio Erbol.
La avalancha se produjo el pasado sábado por la noche en el municipio de Morochata a consecuencia de las intensas lluvias de las últimas semanas, y sepultó numerosas viviendas a las que los equipos de rescate tratan de acceder con gran dificultad, por lo que aún no se han recuperado los cuerpos de al menos diez personas.
Entre los sepultados hay otros seis niños, según la secretaria de los Derechos de la Madre Tierra en Cochabamba, Cinthia Vargas.
Las tareas de rescate también se han visto ralentizadas debido a que el terreno aún es inestable y podrían ocurrir nuevos deslizamientos.
Más de diez familias han sido evacuadas por seguridad a otra comunidad de Morochata.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, se desplazó esta madrugada a la zona afectada para coordinar las labores de ayuda a los damnificados, anunció por su parte el vicepresidente Álvaro García Linera.
Morales ha sobrevolado las áreas afectadas y aterrizará en Cochabamba si el tiempo lo permite, indicó García Linera a través de un comunicado de la Vicepresidencia.
La temporada de lluvias, que en Bolivia se extiende desde octubre a marzo, ha dejado ya 40 fallecidos, cuatro desaparecidos y casi 47.000 familias afectadas, además de pérdidas millonarias en los sectores agrícola y ganadero.
A esas cifras se suman ahora las 14 víctimas mortales por el derrumbe del cerro en Morochata.
El departamento más afectado por las intensas precipitaciones es el de Cochabamba, seguido por los de Chuquisaca, Potosí, La Paz, Beni, Santa Cruz y Pando.
El Gobierno boliviano decretó a finales de enero la emergencia nacional, para que las gobernaciones departamentales y alcaldías puedan introducir variaciones en sus presupuestos y disponer con mayor facilidad de recursos para ayudar a los damnificados.