CHICAGO.- Los avances en genética, que mantienen un paso acelerado en las últimas décadas y han permitido indudables beneficios para la salud humana, muestran al mismo tiempo una cara oscura relacionada con su posible utilización para resucitar viejas y nocivas teorías racistas.
La advertencia fue lanzada durante una reunión de científicos estadounidenses en Chicago, quienes analizaron los impactos sociales de esta área del conocimiento.
Según los expertos, este "neorracismo", se ve alimentado por investigadores que retoman la idea -rechazada mayoritariamente por la ciencia actual- de la supuesta existencia de "razas" humanas, discernibles a partir de perfiles biológicos, culturales y de comportamiento.
"La genética nos ayuda mucho a brindar ayuda médica", subraya Nina Jablonski, profesora de Antropología de la universidad de Penn State, en Pensilvania y una de las invitadas a la conferencia anual de la Asociación Estadounidense para el Progreso Científico.
No obstante, apunta, también puede ser manipulada y servir de caja de resonancia a la creencia según la cual el color de la piel y el origen étnico predisponen a cada persona a llevar a cabo mejor o peor una tarea.
Como ejemplo, la investigadora cita nuevos estudios que se pronuncian en favor de que los niños sean clasificados en función de las capacidades que les conferiría su patrimonio genético y ubicados en escuelas especializadas en uno u otro dominio.
"Es algo a lo que ya asistimos en el pasado y es extremadamente preocupante", señala, aludiendo a la segregación racial en las escuelas del sur de Estados Unidos que duró hasta 1954, cuando intensas protestas sociales permitieron eliminarla.
"Los profesionales de la educación que proponen esto se dicen bien intencionados pero sus propuestas bien podrían deformarse en caso de que sean llevadas a cabo", advirtió.
La segregación apoyada en concepciones racistas también produjo tragedias como la que vivió Alemania y gran parte de Europa durante el régimen nazi de Adolfo Hitler.
Mitos peligrosos
Numerosos investigadores estiman que el color de la piel no es en sí mismo una determinante biológica y no tiene que ver con la predisposición a contraer tal o cual enfermedad influida por el patrimonio genético, explica Joseph Graves, responsable de investigaciones en universidad de Carolina del Norte.
Así, pese a que investigaciones han mostrado, por ejemplo, que las personas de piel negra están más propensas que los blancos a tener un tipo sanguíneo que los predispone a una forma de anemia que protege del paludismo, extrapolar estos antecedentes sin mayor análisis puede ser peligrosamente inexacto.
Graves advierte, en este plano, que sería falso decir que las amplias diferencias entre blancos y negros en materia de salud se deben únicamente a los respectivos genes.
"La idea que subyace en este planteamiento es que contar con ancestros africanos predispone a tener más problemas de salud y una mortalidad más elevada", explicó. "Es lo que llamo 'el mito del africano genéticamente enfermo'".
No obstante, apunta, para explicar por qué los negros estadounidenses tienen en promedio un peor estado de salud que sus compatriotas blancos hay que mirar menos los análisis genéticos y más sus bolsillos, es decir, poner el acento en las diferencias de ingresos que implican que la población de color tiene finalmente menos acceso a una salud de calidad.
"La opinión de los estadounidenses sobre el origen étnico proviene de una amalgama entre los factores sociales y los biológicos. El neorracismo es en parte el resultado de esta confusión", señaló.
Otro motivo de inquietud son los árboles genealógicos vendidos en Internet. Alimentan la falsa idea de que conocer el origen étnico de los ancestros permite a una persona hacerse una idea de su propia salud, señala Yolanda Moses, antropóloga de la universidad de California.
La experta manifestó su preocupación por la formidable expansión de los bancos de datos de ADN que incluyen el perfil genético de las personas detenidas por la policía.
"La genética tiene un enorme impacto sobre las relaciones entre las diferentes comunidades étnicas y el sistema penal", indicó.