WASHINGTON.- El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió el jueves al presidente de Ucrania, Viktor Yanukóvich, que el gobierno de su país está dispuesto a imponer sanciones a los funcionarios que ordenaron disparar contra los manifestantes opositores.
Este jueves, Biden habló con el gobernante ucraniano por teléfono y le "dejó claro que EE.UU. está preparado para aplicar sanciones a aquellos funcionarios responsables por la violencia" durante protestas opositoras, señaló la Casa Blanca en un comunicado.
La declaración de Washington precisó que Biden exigió a Yanukóvich a que "retire inmediatamente a todas las fuerzas de seguridad, policía, francotiradores, unidades militares y paramilitares, y las fuerzas irregulares".
También lo instó "a tomar medidas inmediatas y tangibles para trabajar con la oposición en un camino hacia delante que se ocupe de las aspiraciones legítimas del pueblo de Ucrania", añadió.
Jornada violenta
Este jueves, decenas de manifestantes murieron en Kiev en violentos enfrentamientos que obligaron al Mandatario ucraniano, bajo presión internacional, a aceptar el principio de elecciones anticipadas para evitar que la ex república soviética se sumerja en un caos irreversible.
La concesión fue, sin embargo, la única arrancada al acosado jefe de Estado por tres ministros europeos que realizan una mediación entre el Ejecutivo y la oposición.
La gestión de los ministros de Exteriores de Alemania, Francia y Polonia fue apuntalada por la decisión de la Unión Europea (UE) de imponer sanciones contra funcionarios y militares ucranianos que tengan las manos "manchadas de sangre".
La presión aumentó cuando Alemania, Estados Unidos y Rusia se pronunciaron por "una solución política" a la crisis que, sin embargo, ha comenzado a generar tensiones dignas de la Guerra Fría entre Moscú y las capitales occidentales.
Según datos de medios opositores, un centenar de personas, en su gran mayoría manifestantes, murieron desde el martes en los enfrentamientos en el Maidán, o plaza de la Independencia, epicentro desde hace tres meses de la peor crisis vivida por este país desde su independencia en 1991.
Según el ministerio de Salud, el balance es de 75 muertos y de 76 heridos "en estado grave".