BEIJING.- El 15% del territorio de China estaba cubierto este domingo por una pertinaz capa de contaminación atmosférica, que en algunos casos llega a ser 14 veces superior a la autorizada, informaron las autoridades, que prevén un cambio a partir del jueves.
La espesa capa de contaminación, que se ha agravado desde el inicio de la semana, afectaba el viernes a 1,43 millones de km2, un sexto de la superficie del país, según datos del gobierno de los que se ha hecho eco la prensa estatal.
Las provincias muy industrializadas como Hebei, Shanxi, Shandong y Liaoning, así como la región que rodea a la capital china son las más afectadas.
En Beijing, la densidad de partículas de 2,5 micrones de diámetro (PM 2,5), las más nocivas, superó el sábado los 360 microgramos por metro cúbico, según la embajada estadounidense.
Este nivel, aunque es inferior a los picos de más de 670 microgramos registrados en enero en la ciudad, sigue siendo 14 veces superior al máximo de 25 microgramos preconizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por una exposición de 24 horas.
De hecho, las avenidas de la capital china estaban cubiertas por una espesa niebla grisácea que impide ver los edificios situados a unos centenares de metros y oscurece el día, algo habitual en lo que se ha llamado el "aireapocalipsis" que afecta frecuentemente a las ciudades chinas.
La alcaldía de Beijing decretó el viernes alerta naranja y pidió a la población que no utilice los autos y lleve máscaras de protección. Asimismo ordenó la suspensión de la producción en al menos 36 fábricas de la capital.
En 39 grandes ciudades del norte del país, la mitad padece una concentración de partículas PM 2,5 que superan los 150 microgramos por m3 y otras siete superan los 250 microgramos, según datos del ministerio de Protección Medioambiental, citados por la agencia Xinhua.
Las autoridades anuncian vientos a partir del jueves, por lo que hasta entonces no empezará a reducirse la niebla.
China, segunda economía mundial y primer mercado de automóviles del planeta, sufre verdaderos problemas de polución debido a las numerosas industrias altamente contaminantes, un tráfico de autobuses en constante expansión y el laxismo de las autoridades para proteger el ecosistema.
Además, el 70% de la energía del país procede de la combustión de carbón, lo que le convierte en el primer emisor mundial de gases de efecto invernadero. Y lo peor, es que, según Greenpeace, el país ya ha iniciado o tiene previsto construir 570 centrales de carbón nuevas.