Ramón Aveledo, secretario ejecutivo de la alianza opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD).
El Mercurio (archivo)CARACAS.- La oposición venezolana rechazó este miércoles asistir al diálogo nacional convocado por el presidente Nicolás Maduro tras semanas de protestas convocadas por estudiantes y opositores que dejaron 14 muertos, y que ahora quedaría limitado a un encuentro con obispos y empresarios.
"No nos prestamos para un simulacro de diálogo que desemboque en una burla a nuestros compatriotas", dijo en un comunicado Ramón Aveledo, secretario ejecutivo de la variopinta alianza opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD).
El dirigente, al comunicar el rechazo a la invitación en una carta al vicepresidente Jorge Arreaza, denunció además la "represión desmedida con participación en ella de civiles armados convocados por la autoridad".
Venezuela, el país con las mayores reservas petroleras mundiales, es escenario desde el 4 de febrero de protestas iniciadas por estudiantes del occidente contra la inseguridad, y luego extendidas al resto del país con apoyo de los sectores opositores radicalizados.
Horas antes, el principal opositor y ex candidato presidencial, Henrique Capriles, le quitó credibilidad al diálogo, al cual calificó como "una comparsa. No se trata de ir al Palacio de Miraflores a tomarse una foto", afirmó.
Las manifestaciones dieron el martes y la madrugada del miércoles un respiro a una población agobiada de marchas, protestas, disturbios y larguísimos mensajes oficiales en cadena nacional.
Maduro, heredero político de Hugo Chávez, creador del llamado "socialismo del siglo XXI", recibió confirmación de la asistencia al diálogo -que tendrá lugar en la noche- del episcopado católico y de Fedecámaras, la gremial empresaria.
Fedecámaras es uno de los habituales demonios esgrimidos por los gobiernos chavistas, que la acusan de estar en todos los intentos de golpe -los comprobados y los solamente denunciados- de los últimos años.
La participación del episcopado fue precedida por un llamado del papa Francisco para "que cesen lo antes posible las violencias y las hostilidades y que todo el pueblo venezolano, comenzando por los responsables políticos e institucionales, se movilicen para favorecer la reconciliación nacional".
Las protestas han dejado 14 muertos, más de 140 heridos y unos 600 detenidos, la mayoría ya liberados. Según la Fiscalía General, se investigan doce denuncias por violación a los derechos fundamentales, con la presunta implicación de nueve militares y policías.