WASHINGTON.- El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, remarcó la oposición firme del Gobierno estadounidense ante cualquier intento de boicot a Israel, en un discurso anoche ante el principal grupo de presión judío en el país.
"Continuaré oponiéndome a los boicots a Israel de manera incondicional, con voz bien alta, y sin remordimientos. Y esto nunca cambiará", subrayó Kerry ante los miembros del Comité Estadounidense-Israelí de Actividades Políticas (AIPAC).
Los ministros israelíes de Economía, Naftali Bennett, y Defensa, Moshe Ya'alon, entre otros responsables israelíes, dirigieron duros reproches a Kerry en febrero, después de que éste advirtiera a Israel de que debía preocuparse por la posible campaña de boicot en caso de que fracasen las negociaciones de paz con Palestina.
El tono de las críticas de estos miembros del Ejecutivo israelí obligó a Kerry a telefonear al presidente de Israel, Benjamín Netanyahu, para reiterarle su rechazo "incondicional" a las campañas de boicot y explicarle que se habían "distorsionado" sus palabras.
Designado para hablar en nombre del Gobierno en la conferencia anual del AIPAC, Kerry tuvo ocasión hoy de dejar claro una vez más el rechazo frontal de EEUU a cualquier forma de boicot a Israel.
"Creo que debemos rechazar unidos con una sola voz cualquier tipo de boicot arbitrario e injustificado contra Israel", dijo e jefe de la diplomacia estadounidense.
Kerry intervino anoche ante el AIPAC en lugar del Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que lo había hecho en ocasiones anteriores.
Ambos se reunieron el lunes en Washington con Netanyahu con el objetivo de presionar a Israel para que acepte el acuerdo marco propuesto por Washington en las negociaciones de paz con Palestina, al tiempo que abordaron el pacto nuclear con Irán, la gran preocupación del mandatario israelí.
"Nuestros ojos están abiertos. Este proceso no va de confiar en Teherán, sino de poner a prueba a Teherán", afirmó Kerry ante el AIPAC, para subrayar en un par de ocasiones y de manera rotunda que Estados Unidos "nunca permitirá" que Irán fabrique la bomba atómica.
"Nos llevará dos horas -si Irán no cumple con el pacto- que el Congreso vote nuevas sanciones a Teherán, porque el Presidente Obama y yo apoyamos esas sanciones bajo esas circunstancias", explicó.
La apertura a Irán le ha valido a la Administración Obama numerosas críticas desde Israel, cuyo primer ministro ha llegado a calificar el acuerdo negociado como "un pacto de ensueño" para Teherán.
Israel considera el programa nuclear de Irán una amenaza global porque, asegura, su fin es obtener el arma atómica.
El Grupo 5+1 (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y China) alcanzó el pasado 24 de noviembre un acuerdo preliminar con Irán en virtud del cual el Gobierno iraní se compromete a congelar los aspectos más polémicos de su programa nuclear a cambio de un alivio moderado del régimen internacional de sanciones.
El Gobierno de Obama ha encontrado dificultades a la hora de persuadir al Congreso de EEUU, y desde hace meses trata de convencer a republicanos y demócratas en el Senado de que no aprueben un proyecto de ley bipartidista que impondría nuevas sanciones a Irán en caso de que fracasen las negociaciones, una iniciativa que, de salir adelante, ya ha advertido que vetará.