GINEBRA.- Un centenar de activistas de la organización ecologista Greenpeace irrumpieron hoy en el recinto de seguridad de la central nuclear suiza de Beznau para reclamar su cierre.
Los ecologistas exigieron el cierre inmediato "de la central más vieja y aún en funcionamiento del mundo", y desplegaron una enorme pancarta en la que se leía "Fin".
"Tres años después de la catástrofe de Fukushima, queremos evitar que Suiza viva un drama similar", coreaban los activistas, quien denunciaron problemas de seguridad que "ponen en peligro tanto a la población suiza como a sus vecinos europeos".
Beznau, que comenzó a funcionar en 1969, es la planta en actividad más antigua del mundo.