El gobierno chavista desplegó intensos operativos policiales para impedir protestas opositoras este sábado.
EFECARACAS.- Pese a la prohibición de efectuar protestas durante la conmemoración este sábado del Día Internacional de la Mujer lanzada por autoridades venezolanas, miles de opositores al régimen protagonizaron un masivo "cacerolazo" para expresar su rechazo a la situación económica y política que vive el país.
La acción se enmarcó en la serie de manifestaciones organizadas por sectores opuestos al chavismo que dejan hasta ahora como saldo una veintena de muertos.
El caceroleo fue convocado por el líder opositor Henrique Capriles, quien recorrió medio kilómetro acompañado por sus simpatizantes en una concentración fuertemente custodiada por efectivos policiales y militares, que bloquearon con blindados antimotines las calles aledañas.
"Estamos marchando por la escasez en la que nos tiene este gobierno", afirmó el dirigente, mientras caminaba a paso rápido entre la muchedumbre en medio de un ajetreo de saludos y abrazos.
"Se ponen de espalda a los problemas", añadió. "Lo que le interesa (al gobierno) es una confrontación entre venezolanos y en eso estamos nosotros en desacuerdo", agregó.
La marcha pretendía llegar al Ministerio de Alimentación, pero sólo pudo concentrarse en una avenida cercana, debido a la prohibición del alcalde del municipio Libertador, el chavista Jorge Rodríguez, donde se erige la cartera, y ante la presencia de los llamados "colectivos motorizados" chavistas, a los que la oposición acusa de protagonizar acciones represivas.
Colas y escasez galopante
Mientras tanto, participantes en las protestas reiteraron sus quejas por las dificultades de abastecimiento que vive el país.
"No consigo leche, mantequilla, ni pañales ni harina. No puedo salir a la calle por miedo a la inseguridad", expresó Alexandra Fernández, dueña de casa de 39 años que vive en una zona del centro de Caracas, mientras golpeaba fuertemente una olla.
En Venezuela, el país con las mayores reservas petroleras del mundo, es posible llenar el tanque de gasolina con unos centavos de dólar, pero conseguir alimentos y productos básicos, como leche, harina, azúcar o papel sanitario se ha convertido en un calvario cotidiano.
"Ahora me dedico a comprar. Salgo a las siete de la mañana y recorro tiendas, hago cola dos o tres horas y regreso a mi casa en la tarde. Compro para mis hermanas y le mando a mi mamá", explica Rosa María, quien aguardaba pacientemente en una larga fila con el fin de adquirir algo de leche en polvo.
Las marchas opositoras, que no fueron televisadas por ninguna cadena nacional sometidas al "bloqueo" informativo instaurado por el régimen, se repitieron este sábado en al menos una decena de ciudades, entre ellas Maracaibo, San Cristóbal, Valencia, Isla Margarita y Puerto Ordaz.
La ola de manifestaciones que recorre el país comenzó hace un mes y fue protagonizada en un primer momento por miles de estudiantes que denunciaban la situación de inseguridad en Venezuela, que sufre una de las mayores tasas de homicidios del mundo: entre 39 (según el gobierno) y 79 (por datos de ONG) por cada 100.000 habitantes.
La protesta de este sábado tuvo como trasfondo la acusación de Capriles contra el Presidente chavista, Nicolás Maduro, a quien responsabilizó de buscar una "confrontación pueblo contra pueblo".
La advertencia siguió a las palabras del Mandatario quien, durante un reciente discurso, llamó a sus partidarios a "hacer valer el orden" con la amenazante frase "candelita que se prenda, candelita que apagamos con nuestro pueblo".