WASHINGTON.- El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, admitió este lunes que el proceso para la paz entre israelíes y palestinos está afrontando dificultades, al recibir en la Casa Blanca al líder de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, quien alertó de que "no hay tiempo que perder".
La paz en Medio Oriente "es obviamente un objetivo difícil de alcanzar", comentó al inicio de su reunión con Abbas en el Despacho Oval, donde hace sólo dos semanas se entrevistó con el Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
El proceso de negociaciones directas entre israelíes y palestinos iniciado el año pasado "es muy duro, muy difícil", y "vamos a tener que tomar algunas decisiones políticas difíciles y riesgos", pidió Obama al presidente de la ANP.
"Mi esperanza es que podamos seguir viendo avances en los próximos días y semanas", sostuvo, no obstante, Obama, quien se mostró convencido de que "hay una oportunidad" para lograr la paz.
Abás, por su parte, comentó que "no hay tiempo que perder" en las negociaciones y dio las gracias al Mandatario norteamericano por el "apoyo político y económico" de Washington para avanzar hacia el reconocimiento del Estado palestino.
"Estamos trabajando por una solución" que se basa en el reconocimiento de las fronteras de 1967, para que los palestinos "puedan tener su propio Estado independiente" y lograr "una solución justa y duradera al problema de los refugiados", señaló Abbas.
El líder de la ANP indicó también que espera que Israel cumpla el acuerdo por el que debe liberar a un nuevo grupo de presos palestinos antes del 29 de marzo.
El Gobierno de Obama busca con este encuentro con Abbas y el de hace dos semanas con Netanyahu el visto bueno de ambos líderes para presentar antes del final de abril un documento marco que siente las bases de un futuro acuerdo de paz definitivo, tras casi ocho meses de conversaciones entre las dos partes que han deparado pocos avances.
Para los palestinos, las cuatro cuestiones clave para establecer un acuerdo marco antes de la fecha fijada son la polémica sobre el carácter judío del Estado de Israel, la cuestión de Jerusalén, la seguridad y el asunto de las fronteras.
Tras su reunión en el Despacho Oval, Obama y Abbas mantendrán esta jornada un almuerzo privado en la Casa Blanca.