WASHINGTON.- El secretario de Defensa de EE.UU., Chuck Hagel, llamó a su homólogo malasio, Hishammuddin Tun Hussein, para reafirmarle el compromiso de su país en la búsqueda del avión de Malaysian Airlines desaparecido desde el día 7 de marzo cuando volaba de Kuala Lumpur a Beijing, según informó una fuente oficial.
Los dos dirigentes conversaron sobre el desarrollo de la búsqueda del aparato y la investigación de las causas del suceso, una misión "sin precedentes en muchos sentidos", en palabras de Hagel, según una fuente de su departamento.
Hagel agradeció la colaboración del Gobierno de Malasia con el resto de actores internacionales dedicados desde hace casi dos semanas a encontrar explicación a la misteriosa desaparición del Boeing 777-200 en el que viajaban 239 personas.
La conversación entre Hagel y su homólogo malasio llegó horas después de que el Pentágono anunciara que uno de los dos destructores desplegados por EE.UU. para ayudar en la búsqueda del avión abandonará el despliegue tras la ampliación del operativo de Asia central al sur del océano Índico.
Según el Pentágono, el Gobierno malasio ya no requiere de los servicios de uno de los dos destructores enviados a Malasia por Estados Unidos, debido a que, con el aumento de la búsqueda a aguas más al sur, Australia pasará a cumplir un rol más activo de coordinación.
El USS Kidd se trasladó el jueves al océano Índico en cuanto se conocieron nuevos datos que indicaban que el Boeing 777-200, con 239 personas a bordo, había virado sobre aguas del golfo de Tailandia, donde en un primer momento se enfocó la búsqueda, para dirigirse hacia el oeste.
El relevo del USS Kidd, que llevaba a bordo dos helicópteros de rescate marítimo, se da en un momento del operativo en el que los aviones de vigilancia marítima adquieren mayor protagonismo, ya que pueden cubrir más terreno.
El Pentágono mantiene destacado en la zona al USS Pickney y ha reforzado su presencia aérea, que ya contaba con un avión P-3 Orion, con un mucho más avanzado P-8A Poseidón, que dispone de equipos de radar de última tecnología y más autonomía de vuelo.
Al menos 26 países participan en esta nueva fase de búsqueda, después de confirmarse que el vuelo MH370, que hacía la ruta Kuala Lumpur-Pekín, desconectó las comunicaciones y cambió de rumbo de forma deliberada.
Los países que colaboran son Australia, Bangladesh, Birmania (Myanmar), Brunei, China, Corea del Sur, Emiratos Árabes Unidos, EE.UU., Filipinas, Francia, India, Indonesia, Japón, Kazajistán, Kirguizistán, Laos, Malasia, Nueva Zelanda, Pakistán, Reino Unido, Rusia, Singapur, Tailandia, Turkmenistán, Uzbekistán y Vietnam.
Tras analizar datos de radar enviado por dispositivos de mantenimiento del Boeing 777 a un satélite sobre el océano Índico, los investigadores han determinado que la última recepción de datos se produjo siete horas después del despegue en un arco que abarca desde Kazajistán hasta el sur del Índico, más cerca de la punta suroeste de Australia.