JERUSALÉN.- Aviones de combate israelíes bombardearon esta madrugada por segunda vez posiciones del Ejército sirio en respuesta a un atentado perpetrado el martes contra una patrulla israelí en la frontera, el peor sufrido por Israel desde el inicio de la guerra civil siria.
De acuerdo a un comunicado de las Fuerzas Armadas israelíes, los cazabombarderos "alcanzaron una instalación de entrenamiento del Ejército Sirio, cuarteles militares, y puestos de artillería" en un lugar que no identificó.
Se trata del segundo ataque de las fuerzas israelíes contra posiciones militares sirias desde que el martes la explosión de un artefacto causara heridas a cuatro soldados israelíes -uno de ellos grave-, cuando patrullaban en un área de los Altos del Golán, territorio ocupado por Israel desde 1967.
Minutos después de la explosión, Roni Kaplan, portavoz de las Fuerzas Armadas israelíes, confirmó a Efe que la artillería respondió de inmediato al ataque y "disparó salvas contra objetivos del Ejército sirio, que fueron alcanzados".
Otro de los portavoces, Peter Lerner, detalló que el atentado ocurrió a las 15:00 horas local (13:00 GMT) cuando los soldados observaron "una acción sospechosa" y se bajaron del jeep, momento en el que el artefacto estalló.
"Hacemos responsable al Ejército sirio, porque es el responsable de lo que ocurra en su lado de la frontera", agregó el teniente coronel, quien admitió que su país todavía no sabe quien colocó y detonó el artefacto.
En una conferencia de prensa, Lerner subrayó que Israel "mira con preocupación el desarrollo de los acontecimientos en la zona y debe "estar preparado para cualquier cosa".
El incidente ocurre cinco días después de que un convoy militar judío fuera blanco de un ataque, sin que se produjera ninguna víctima, en una zona conocida como Har Dov, en las disputadas granjas de Shaba, lugar en el que confluyen las fronteras de Israel, Líbano y Siria.
Culpan a Hezbollah
El Ejército israelí responsabilizó entonces de la acción al grupo chiíta libanés Hezbollah, y en represalia bombardeó dos de sus infraestructuras en el sur del Líbano.
Este martes, poco después de que se conociera la nueva explosión, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, volvió a acusar a Hezbollah y advirtió de que su país se empleará con la máxima dureza para mantener en calma la frontera norte.
"Recientemente, la frontera con Siria se ha llenado de yihadistas y de miembros de Hezbollah que suponen un desafío para nosotros", dijo durante una reunión de su partido, el derechista Likud, que cumplió un año en el poder.
"Hemos conseguido mantener la calma en la frontera de Siria pese a la actual guerra civil, pero actuaremos con firmeza, si se necesita, para conservar la seguridad de Israel", agregó Netanyahu, según un comunicado oficial.