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Santiago: Sábado 05 de octubre del 2024 | Actualizado 23:06
TRÍPOLI.- El Gobierno libio solicitó a la comunidad internacional ayuda para combatir el terrorismo, especialmente en el este del país, donde las fuerzas de seguridad se han mostrado incapaces de controlar la situación y extender la autoridad del Ejecutivo.
En un comunicado difundido esta jornada, el Ejecutivo transitorio dirigido por el ex ministro de Defensa Abdala al Zani instó "a la comunidad internacional y, en especial, a la ONU a ofrecer la ayuda necesaria para erradicar el terrorismo de las ciudades libias".
Tras una reunión mantenida en la ciudad de Gat, a 1.300 kilómetros al sur de Trípoli, el Gobierno calificó la ola de asesinatos y atentados registrados en los últimos meses en las ciudades orientales de Benghazi, Derna y Sirte de "guerra terrorista" llevada a cabo por libios y extranjeros con "fines siniestros".
"No habrá lugar para el terrorismo en Libia", asevera la nota, en la que el Gobierno mostró su determinación a ponerle fin "en el menor tiempo posible".
No obstante, el Ejecutivo de Al Zani subrayó que carece de los medios militares y de seguridad necesarios para lograr la estabilidad en el país, que continúa amenazada tres años después de la caída de la dictadura de Moammar Jaddafi.
El comunicado reconoce que la actual situación supone una amenaza, tanto para los ciudadanos libios como para las relaciones con los Estados "amigos" y la comunidad internacional.
La nota considera que la inseguridad imperante constituye un gran obstáculo para el avance de la transición política.
Cuando "los libios logren erradicar el terrorismo podrán establecer un estado constitucional y de derecho, de bienestar y de desarrollo, con una distribución equitativa de las riquezas mediante un régimen de gobierno elegido por los libios mismos", concluye el comunicado.
El Primer Ministro Ali Zidan fue destituido el pasado 11 de marzo por el Parlamento tras una moción de censura contra él por la incapacidad de su Gobierno para evitar que un petrolero cargara sus bodegas ilegalmente en el puerto de Sidra controlado por milicianos federalistas.
