David Cameron, Primer Ministro del Reino Unido desde 2010.
Reuters
BRUSELAS.- El Primer Ministro británico, David Cameron, pidió hoy más medidas contra Rusia por el conflicto de Crimea, al considerar que la actitud de Moscú es "inaceptable".
"Este es un Consejo (Europeo) importante porque lo que Rusia ha hecho es inaceptable y los países de la Unión Europea tienen que hablar con una voz clara y unida", recalcó Cameron a su llegada a la reunión de jefes de Estado y de Gobierno europeos que se celebra hoy y mañana en Bruselas.
"Lo que esto significa es la congelación de más activos y extender la prohibición de viajes, más acciones específicas respecto a lo que ha pasado en Crimea", añadió.
La Unión Europea decidió hace dos semanas suspender el diálogo con Moscú sobre la liberalización de visados y la negociación de un nuevo acuerdo marco, y este lunes acordó congelar activos y prohibir viajar a territorio comunitario a 21 políticos y militares rusos y ucranianos.
Tras la firma de la anexión de Crimea por Moscú el martes, los líderes europeos deberán decidir si van más allá en sus medidas restrictivas hacia Rusia con acciones de calado económico que afectarían a la relación bilateral UE-Rusia.
Reino Unido, junto con Suecia y los países europeos que formaron parte de la Unión Soviética, defienden dar una respuesta más fuerte ante Rusia, aunque fuentes diplomáticas señalaron este miércoles que no hay una "división radical" entre los Veintiocho.
Cameron indicó que durante este Consejo Europeo, los socios de la Unión deben también hacer todo lo que puedan "para ayudar a construir una Ucrania fuerte y democrática".
Para ello, consideró que es necesario que durante la cumbre se firme "un nuevo acuerdo" con el país, "ofreciéndoles un futuro próspero, acceso a nuestros mercados y un apoyo político real".
"Eso es lo que tenemos que hacer", subrayó el primer ministro británico.
Mañana, el Primer Ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, viajará a Bruselas para firmar los capítulos políticos del acuerdo de asociación ofrecido por la UE a Ucrania, cuyo rechazo del régimen de Víktor Yanukóvich en noviembre desató las protestas pro-europeas y opositoras que lo derrocaron.