BEIJING.- El gigante de las telecomunicaciones chino Huawei criticó hoy en duros términos el espionaje al que al parecer fue sometido por parte de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense, según se conoció en base a datos filtrados por el informante Edward Snowden.
"Si esa información es cierta, Huawei condena ese tipo de acciones de entrar en nuestra red y espiarla", señaló el portavoz Scott Sykes a dpa en Pekín. "La seguridad e integridad de nuestra red empresarial y de nuestros productos tienen para nosotros máxima prioridad".
La revista alemana "Der Spiegel" y el diario estadounidense "New York Times" informaron el sábado que una unidad especial estadounidense consiguió infiltrarse en la red informática interna de Huawei y copiar documentos.
Además, la NSA habría conseguido acceso al código fuente secreto de ciertos productos. Este código del software es lo más preciado de una empresa informática. Ambos medios basan sus informaciones en documentos proporcionados por Snowden, ex empleado de la NSA.
Las revelaciones ponen en graves dificultades al segundo mayor proveedor de equipamiento de redes del mundo, con una facturación anual de cerca de 28.000 millones de euros (38.000 millones de dólares).
Los aparatos de Huawei se usan en todo el mundo y son fundamentales para la transferencia de datos o las redes telefónicas. La firma también vende teléfonos celulares. Los hackers del gobierno estadounidense habrían conseguido, según las informaciones, obtener acceso a la "puerta de atrás" de la empresa y quizás también de sus productos.
Apenas en enero la empresa había asegurado que los rumores sobre sus fallas se seguridad eran infundados y que la NSA no había tenido acceso a ninguno de sus productos, como por ejemplo los teléfonos.
"Las redes de las empresas son atacadas de forma constante desde diferentes fuentes, ese es el statu quo en la era digital actual", reconoció ahora el portavoz Sykes. Sin embargo, no aclaró si el sector de seguridad de Huawei halló rastros de la entrada de hackers de la NSA.
Paradójicamente, en el pasado fue Estados Unidos el que acusó a Huawei de espionaje. El comité de inteligencia de la Cámara de Representantes recomendó en 2012 que se prohibiera el acceso de la compañía al mercado estadounidense, argumentando que la tecnología china podría permitir a los servicios secretos del país asiático entrar en las redes de comunicaciones norteamericanas.