Agencias/Archivo
WASHINGTON.- La Casa Blanca propuso el viernes un plan de reducción de las emisiones de metano, que representa el 9% con efecto invernadero en Estados Unidos y tienen un impacto en el calentamiento global mayor que el dióxido de carbono.
La estrategia presentada propone la implementación de nuevas normas en los próximos años y en cooperación con las industrias más contaminantes, como la agricultura y el sector ganadero.
El impacto que tiene la liberación de metano en la atmósfera sobre el calentamiento global es 20 veces superior al del CO2, detalló el ejecutivo.
La ganadería es el sector que emite más metano (36% de las emisiones totales), sumado a la actividad lechera. El estiércol de las vacas desprende ese gas al descomponerse.
El gobierno estadounidense va a alentar a los agricultores a instalar sistemas de recuperación y reutilización de metano en sus instalaciones.
Las demás fuentes emisoras de metano son la producción de gas natural (23%), los vertederos municipales (18%), las minas de carbón (10%), los sistemas petroleros (6%) y las plantas de tratamiento de aguas usadas (2%).
La Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) lanzará en la primavera boreal un estudio sobre las fuentes gasíferas y petroleras de metano, e implementará si lo considera necesario nuevas reglamentaciones antes de fines de 2016.
Serán propuestas este año normas más estrictas para los vertederos municipales y minas de carbón ubicadas en terrenos federales.
Desde 1990, según la Casa Blanca, las emisiones de metano se redujeron 11%. Aunque el gobierno no fijó metas específicas para reducir las emisiones de este gas, sí tiene como objetivo general disminuir 17% las emisiones de gas de efecto invernadero para 2020, con respecto a 2005.
El calentamiento global es un asunto espinoso en Estados Unidos. Los republicanos, que controlan una parte del Congreso, se oponen a una nueva ley; algunos discuten la veracidad del cambio climático o la responsabilidad de la actividad humana en éste.
Aunque el cambio climático sea uno de los temas predilectos del presidente Barack Obama y sus aliados demócratas, todas sus iniciativas legislativas están de hecho bloqueadas desde hace años en el Congreso y la Casa Blanca intenta actuar a nivel administrativo.