El trabajador quedó sepultado por un derrumbe cuando laboraba en el refuerzo de los cimientos de un edificio de la central.
ReutersTOKIO.- Horas después del trágico fallecimiento de un trabajador que laboraba en las derruidas instalaciones de la central Fukushima en Japón, sus colegas expresaron su indignación por las deficiencias que deben enfrentar a diario en su peligrosa tarea.
El accidente ocurrió cuando el operario, quien tenía alrededor de 50 años, realizaba trabajos de refuerzo de cimientos cuando un derrumbe de tierra y hormigón lo sepultó. Fue trasladado inconsciente a un hospital, donde posteriormente se confirmó su muerte.
Un colega de la víctima se quejó amargamente del hecho a través de redes sociales.
"¿Cuántas veces será necesario que ocurra esto?", se preguntó. "Lo más trágico no es que el desmantelamiento cueste caro, que los trabajos no avancen para nada, que haya agua contaminada. No, lo más trágico es que no salven la vida de quienes trabajamos aquí".
Entre las quejas de quienes deben enfrentar la radiación y los peligros derivados del mal estado de las edificaciones de Fukushima Daiichi se cuentan la falta de un helicóptero para trasladar a quienes sufran accidentes.
Fue el caso del trabajador fallecido: fue trasladado en ambulancia a un hospital situado a más de 40 km de la central.
Unas 3.000 personas de más de un centenar de empresas trabajan en condiciones muy duras en las labores de remediación que se efectúan en la central, devastada por un tsunami y terremoto el 11 de marzo de 2011 y que desde entonces se ha convertido en escenario de periódicas crisis por contaminación radiactiva.