Nicolás Maduro, Presidente de Venezuela
AFP
BRASILIA.- El Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró que un sector de la derecha quiere ocultar sus intentos de golpe de Estado con protestas, pero que no lo derrumbarán, declaró al diario "Folha" de Sao Paulo de este domingo, en su primera entrevista a un periódico desde el inicio de las manifestaciones en febrero pasado.
"Aquí se convocan manifestaciones violentas que provocan caos e ingobernabilidad para derrumbar un gobierno legítimo. No lo conseguirán, no lo van a conseguir", aseveró, al destacar que la oposición intenta "tapar el golpe diciendo que sólo son protestas".
De acuerdo con el sucesor del fallecido Hugo Chávez, en Venezuela la derecha ya ha dado varios golpes de Estado condenados internacionalmente, "ligada a los círculos más conservadores y a la tradición golpista de Estados Unidos".
Aseguró que la derecha de su país recibe "miles de dólares para impulsar salidas no constitucionales".
Según Maduro, los cancilleres de la Unasur, que visitaron su país la semana pasada, pudieron comprobar que es difícil el diálogo político con la derecha que, según él, pide diálogo pero que no quiere dialogar.
El mandatario admitió no obstante que "si ayuda a que ese sector (el opositor) se siente en una mesa para hablar de paz, bajemos un poco el tono".
Venezuela vive una oleada de protestas iniciadas por el movimiento estudiantil el 4 de febrero en San Cristóbal, que se extendieron a otras ciudades con el apoyo de partidos políticos opositores con reclamos contra la elevada inflación, la inseguridad, la escasez de productos básicos y las detenciones de estudiantes y líderes.
Desde el inicio de las manifestaciones
han fallecido 38 personas y Maduro descartó actos de represión y de tortura a estudiantes, y aseguró que la oposición no ha mostrado pruebas de ello.
Para el Presidente de Venezuela, la inflación, la violencia y el desabastecimiento "son problemas de todos los países" y que es un tema "coyuntural".
Maduro se preguntó por qué Venezuela es el centro de la atención mundial, cuando "tiene menos problemas que otros países del mundo" y aseguró que ello respondía a que el país es el "epicentro de una revolución y del cambio de paradigma en América Latina".