Mortal tiroteo en base militar de Texas fue cometido por veterano de Irak

FORT WORTH.- Al menos cuatro muertos y 14 heridos dejó un tiroteo registrado este miércoles en la base militar de Fort Hood, Texas, ubicado al sur de Estados Unidos, informó una fuente oficial.

El autor de los disparos fue identificado como Iván López, de 34 años, un veterano del conflicto en Irak que sufría depresión y ansiedad. Usó una pistola semiautomática de calibre .45 que no estaba registrada.

Según testigos, el sujeto entró en un edificio de la base y abrió fuego. Luego regresó a su automóvil e hizo más disparos contra otro inmueble del recinto, causando la muerte a tres personas antes de suicidarse, señaló el teniente general Mark Milley, vocero de la base.

Las autoridades militares no han detectado indicios de que el hecho se debiera a una acción terrorista, aunque este jueves no descartaban ninguna hipótesis.

Todas las víctimas eran militares y, a primera hora de hoy, todos los heridos hospitalizados tenían un diagnóstico grave. Tres de ellos se encuentran en estado crítico, informaron los médicos del centro Scott & White.

Estrés postraumático

Según Milley, los médicos estaban en proceso de diagnosticar al atacante un trastorno por estrés postraumático, una dolencia que ha afectado a más de 250.000 estadounidenses a su vuelta de las guerras de Irak y Afganistán.

El autor de los hechos llegó a Fort Hood en febrero pasado, procedente de otra instalación militar estadounidense, por lo que las autoridades de Texas sabían poco sobre él.

"Una tragedia terrible"

"Cualquier tiroteo es preocupante. Obviamente este ha reabierto el miedo por lo que ocurrió en Fort Hood hace cinco años", señaló el Presidente de EE.UU., Barack Obama, quien lamentó las muertes ocurridas en la base.

"Estamos devastados de que algo así haya ocurrido de nuevo", añadió el Mandatario, quien más tarde mantuvo contactos telefónicos a bordo del avión presidencial de vuelta a Washington DC con miembros de los cuerpos de seguridad, el Departamento de Defensa y el FBI.

El secretario de Defensa, Chuck Hagel, consideró que el hecho fue "una tragedia terrible".

"Obviamente, cuando tenemos este tipo de tragedias en nuestras bases, eso quiere decir que algo no funciona", admitió el jefe del Pentágono.

El gobernador de Texas, el republicano Rick Perry, destacó en un comunicado que "Fort Hood ha demostrado resistencia con anterioridad y lo volverá a hacer".

Unos 41.000 soldados trabajan en la extensa instalación militar, situada en el centro de Texas, al norte de la capital del estado, Austin, y al sur de Dallas.

El recinto había sido escenario en 2009 de otro tiroteo que dejó 13 muertos y más de 30 heridos, perpetrado por un psicólogo militar musulmán.