SANTIAGO.- Fueron cuatro años de litigio entre Japón y Australia, hasta que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) ordenó a los nipones terminar con la caza de ballenas, tras la demanda interpuesta por los oceánicos que los acusó de encubrir la caza indiscriminada del cetáceo bajo su Programa de Investigación de Ballenas.
Los magistrados estimaron que si bien el programa de investigación nipón contiene "objetivos científicos", su puesta en práctica se ha hecho de una manera "poco transparente", poniendo como ejemplo la elección del tamaño de la muestra de cetáceos, que incluye, por temporada, la caza de 850 ejemplares de rorcual aliblanco, 50 de ballena jorobada y 50 de rorcual común.
Japón no ha podido "explicar" las razones por las que aumentó el tamaño de la muestra respecto a la primera fase de su programa científico, ni por qué incluyó otras dos especies de cetáceos en el mismo, añadieron los jueces.
Pese al dictamen, dos de las principales organizaciones ecologistas que a nivel mundial combaten este tipo de prácticas consideran que la pelea contra los balleneros no se ha terminado.
El director para América Latina de Sea Shepherd (Pastor Marino) -una de las ONG más radicales en esta lucha-, Marco García León, advierte Emol que "la historia señala que el Gobierno de Japón suele señalar una cosa y luego realizar otra".
"Ellos han mencionado que cumplirán y acatarán este fallo, pero nada indica y nos da certeza que vayan efectivamente a hacerlo. En concreto, el día de hoy el Ministro de Pesca y Agricultura señaló que Japón reevaluará su programa de caza y pretenden reactivarlo en la Antárctica, para el año 2015, señalando abiertamente que el consumo de carne de ballena es fundamental para ellos", señala.
En ese sentido, García León asegura que debido a "este futuro aún incierto para las ballenas, Sea Shepherd de igual modo preparará su flota frente a una eventual nueva campaña, a fines de 2014. Nuestros barcos ya están siendo reparados y alistados para ello".
Una posición similar asume Gustavo Vergara, activista de Greenpeace Chile, quien señala que si bien el fallo es un triunfo ya que establece que la actividad de los balleneros nipones era ilegal, "va a pasar algún tiempo antes de que sea implementado".
"Eventualmente Japón podría seguir una vía legal para intentar entorpecer el fallo o para levantar otros argumentos para poder asegurar cazar (...) Van a seguir peleando, si bien el fallo da un muy buen pie para seguir adelante, no es para relajarse".
Estrategias
Ante esta incertidumbre, tanto Sea Shepherd como Greenpeace ya preparan sus estrategias para impedir que Japón incumpla el fallo emitido el pasado lunes por La Haya.
García León asegura que "si Japón decide no enviar a su flota ilegal ballenera este año a la Antártica, Sea Shepherd seguirá realizando campañas de protección tanto de ballenas como de otras especies marinas salvajes".
Esta organización no sólo apuntará a prevenir la pesca ilegal de ballenas, sino que de otras especies como delfines o tiburones.
"Existen diversas campañas en la actualidad, como la de delfines en Taiji, contra aleteo de tiburones en centroamérica, pesca ilegal de atunes en el Mediterráneo, campañas educacionales, asistencia de patrullaje anti-pesca furtiva a gobiernos (como los de Guatemala y Senegal) y, a mediados de este año, Sea Shepherd realizará una nueva campaña anti caza de ballenas piloto en el protectorado de las Islas Faroe, Dinamarca", dice.
Por su parte, el director ejecutivo de Greenpeace Chile, Matías Asún, explicó que la ONG seguirá "fiscalizando y denunciando y el compromiso nuestro es no detenernos hasta que logremos un mundo sustentable que sea capaz de preservar la vida".
La ONG "tiene una línea muy importante de presencia a nivel político y diplomático, la vía legal administrativa es una batalla constante, pero nosotros fundamentalmente confiamos en el valor que tiene la gente, en la medida que una sociedad se vuelve más democrática y más informada, sin lugar a dudas cuida más los recursos naturales porque van en beneficio de todos", sostiene.
A su vez, indica que "sin lugar a dudas vamos a seguir realizando actividades como las que hemos venido haciendo durante el último siglo que acaba de pasar, que es el activismo pacífico, la acción de confrontación directa no violenta".
Por último, Asún afirma que "lo más importante hoy día es lograr que los organismos internacionales como la Comisión Internacional de Ballenas (CBI) pase a ser una entidad de la administración de un recurso a uno de conservación".