Un participante en la ocupación del edificio de la administración regional en Jarkov (Jarkiv en ucraniano) enarbola una bandera rusa.
ReutersKIEV.- Este domingo seguía incrementándose la tensión en el este de Ucrania luego de que manifestantes prorrusos ocuparon edificios oficiales en esa zona y enarbolaron banderas de Rusia.
Los incidentes, que hicieron recordar acciones análogas ocurridas en la secesionista península de Crimea, territorio que luego se unió de facto a Moscú, despertaron duro rechazo de las autoridades provisionales ucranianas.
Así, el ministro del Interior, Arsen Avakov, acusó directamente al Presidente ruso, Vladimir Putin, y al derrocado jefe de Estado Viktor Yanukovich "de haber dirigido y pagado estos disturbios separatistas".
Retirada de fuerzas de seguridad
Las "tomas" de edificios fueron emprendidas por manifestantes prorrusos, quienes se apoderaron, entre otros, de los centros administrativos provinciales de Jarkov (Jarkiv, en ucraniano) y Donetsk, dos de las mayores ciudades de la región.
En Donetsk, que tiene más de un millón de habitantes, los manifestantes exigieron la convocatoria de un referéndum sobre su adhesión a Rusia, tal como ocurrió en Crimea.
Las ocupaciones se hicieron sin violencia. Las fuerzas de seguridad resistieron brevemente en Donetsk durante la tarde, pero los prorrusos, quienes llevaban sus rostros cubiertos, controlaron rápidamente los recintos.
En Jarkov, de 1,4 millón de habitantes y donde los manifestantes tomaron un edificio al caer la noche, los efectivos uniformados se retiraron rápidamente y se situaron a medio centenar de metros de distancia.
En ambos casos, los manifestantes colocaron la bandera de color blanco, azul y rojo rusa en el lugar de las ucranianas azul y amarillo. También desplegaron una banderola de la "República de Donetsk" en la fachada de la administración de esta ciudad.
Las regiones del este de Ucrania, mayoritariamente rusohablantes, registran cada domingo manifestaciones en favor de una "federalización" de Ucrania, solución oficial avanzada por Moscú, o directamente la incorporación al país vecino.
El presidente ruso Vladimir Putin se comprometió a "defender por todos los medios" a las poblaciones rusohablantes de las repúblicas que formaron parte de la Unión Soviética.
Desde la caída del gobierno de Yanukovich, abiertamente favorable a Rusia y acusado de corrupción, luego de las sangrientas protestas ocurridas en Ucrania, la tensión militar se eleva progresivamente entre Moscú y Kiev.
El primer paso fue la virtual incorporación a Rusia de Crimea y Sebastopol, luego de un referéndum que el gobierno ucraniano y los países occidentales no reconocen que fue precedido por ocupaciones de edificios oficiales emprendidas por grupos prorrusos, el mismo escenario que se vive ahora en el este de Ucrania.