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Santiago: Domingo 01 de septiembre del 2024 | Actualizado 01:46
Partidarios de la conservadora Unión Cívica Húngara (Fidesz) celebran el triunfo obtenido por la agrupación en las elecciones de ese país europeo.
ReutersBUDAPEST.- Los conservadores que respartan al actual Primer Ministro Viktor Orban fueron claros vencedores en las elecciones legislativas realizadas el domingo en Hungría, en las que también se registró un fuerte avance de la extrema derecha.
Con 93,12% de los votos escrutados, la Unión Cívica Húngara (Fidesz) del jefe de Gobierno obtenía 44,61%.
El Movimiento por una Hungría Mejor (Jobbik Magyarországért Mozgalom), conocido como Jobbik y acusado de constituir una antisemita y racista, alcanzó 20,66% de los sufragios, que superan en tres puntos su resultado de 2010.
La colectividad, cuyo discurso y simbologías muestran corte similar a los regímenes de fuerza de la década de 1930, contó hasta 2009 con una organización paramilitar denominada "Guardia Húngara" ("Magyar Gárda"), disuelta por una decisión judicial.
Las actividades del partido ultraderechista hacen rememorar el escenario existente antes y durante la Segunda Guerra Mundial, cuando Hungría era gobernada por un régimen conservador encabezado por el almirante Miklos Horthy y operaban en el país grupos armados organizados por el "Partido de la Cruz Flechada" pronazi.
Derrota "humillante" de la izquierda
Pese a que Fidesz bajó su respaldo con respecto a los comicios de hace cuatro años, el partido de Orban conquistaría 133 escaños de los 199 del parlamento, es decir, una mayoría ajustada de dos tercios, según la comisión electoral.
El organismo anunciará los resultados definitivos este lunes.
"Podemos decir con toda seguridad que hemos ganado", dijo el Primer Ministro a sus partidarios, antes de saber si su partido conservará la "supermayoría" que le permitió aprobar 850 leyes sin debate en el Parlamento tras una reforma de de la Constitución.
El conservador Orban es un antiguo disidente del fenecido régimen comunista que gobernó Hungría entre el fin de la Segunda Guerra Mundial y la caída del muro de Berlín. Desde que asumió el poder su partido ha extendido su influencia, pese a las protestas de opositores que denuncian la reducción del espacio político para las voces disidentes.
La alianza de la izquierda liberal, mal organizada y casi inaudible durante la campaña, llegó en segunda posición con 25,73%, mas que los socialistas en 2010 (19,30%).
"No nos hacemos ilusiones: la derrota es humillante y es una gran decepción para los que querían cambiar de gobierno", reconoció el que fuera jefe de Gobierno entre 2009 y 2010, Gordon Bajnai.
