Ramiro Hernández Llanas fue ejecutado este miércoles en Texas.
AP (archivo)WASHINGTON/CIUDAD DE MÉXICO.- La ejecución del mexicano Ramiro Hernández Llanas, qjuien fue sometido a la última pena en Texas, volvió a despertar rechazo entre las autoridades aztecas debido a que el hecho vulnera el principio sentado po el "fallo Avena" emitido por la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
El recluso, de 44 años de edad, fue declarado muerto la tarde de este miércoles en la prisión de Huntsville, luego de recibir una inyección letal.
Su defensa agotó todos los recursos legales para detener su ejecución, sin éxito.
Autoridades carcelarias estadounidenses informaron que en sus palabras finales, Hernández Llanas se disculpó por sus actos y aseguró morir "feliz" tras haber podido ver una última vez a su familia.
"Miro a los ojos de mi familia y veo tristeza, no estén tristes, estoy feliz. Siento lo que hice", declaró y a la vez hizo un llamado a los jóvenes para que "por favor escuchen a sus padres" y también "vivan sus vidas al máximo, sólo se vive una vez".
La abogada de Hernández, Sheri Johnson, dijo a medios que el caso constituye una "grave injusticia", no sólo porque es un acto de "discriminación racial" sino porque Texas ha vuelto a ejecutar a una persona con retraso mental.
La deficiencia mental de Hernández fue el principal argumento con el que se trató de impedir su ejecución.
Hernández era uno de los beneficiarios del "fallo Avena" de la CIJ de 2004, en el que el tribunal internacional ordenó a EE.UU. revisar los casos de 51 mexicanos condenados a muerte, tras dar por probado que se violó su derecho a asistencia consular, contemplado en la Convención de Viena.
El hecho se suma a la muerte en enero pasado de Edgar Tamayo, que también despertó protestas en México.
"Prejuicios raciales"
Tras la ejecución de Hernández, el gobierno mexicano expresó su "más enérgica protesta".
"Se trata del cuarto mexicano ejecutado en franca violación al fallo de la CIJ dictado en el caso Avena hace más de diez años. Por tal motivo, el gobierno de México expresa su más enérgica protesta por el incumplimiento de dicho fallo por parte de EE.UU.", señaló la Cancillería azteca en un comunicado.
La organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional, en tanto, calificó la ejecución de Hernández como "un acto cruel, atroz e ilegal".
"Lo que sucedió hoy no fue más que un asesinato, un asesinato fundado en prejuicios raciales. En la mayoría del mundo lo que sucedió hoy sería un crimen, pero las autoridades Texas han tenido el descaro de llamarle justicia", advirtió el director ejecutivo de la entidad humanitaria en México, Perseo Quiroz.
Hasta ahora Texas ha hecho caso omiso a todas las presiones internacionales y nacionales en torno a las exigencias enmarcadas en el "caso Avena", pese a que incluso el gobierno federal en Washington ha advertido de que la actitud de ese estado podría dañar a estadounidenses detenidos en el extranjero.