CIUDAD DEL VATICANO.- Una muchedumbre proveniente de todo el mundo asiste este domingo en la plaza de San Pedro en el Vaticano a la segunda misa de Pascua que celebra el papa Francisco.
El pontífice argentino sigue suscitando entusiasmo entre las decenas de miles de católicos de todas las nacionalidades que este domingo se han congregado en la inmensa explanada para asistir la misa de Pascua, la principal fiesta del cristianismo.
Decenas de miles de personas asistirán al término de la misa a la bendición "Urbi et Orbi" ("a la ciudad y al mundo") desde el balcón de la basílica de San Pedro.
El Papa pronunciará también un mensaje a la comunidad internacional, transmitido en directo por televisión a numerosos países del mundo.
Vestido con hábitos simples litúrgicos blancos y amarillo pálido, y no dorados, como suele ser la tradición, el Papa ingresó a la plaza junto con numerosos cardenales y obispos.
Más de 35.000 flores, narcisos, lirios, tulipanes, jacintos, rosas, magnolias, muchas blancas y amarillas, los colores del Vaticano, adornan la plaza.
El primer pontífice latinoamericano, de 77 años años, pronunciará su mensaje en italiano poco antes de dar la bendición a todos los católicos del mundo y desear la "feliz pascua".
La bendición "Urbi et Orbi" se imparte sólo dos veces al año, el domingo de Pascua y el día de Navidad, y concede la indulgencia plena a los fieles que la reciben, incluso a través de los medios de comunicación.
El sábado, durante la Vigilia Pascual que conmemora la resurrección de Cristo, el papa exhortó a los católicos a llevar la fe "hasta los confines de la Tierra".
Elegido el 13 de marzo del 2013, Francisco, con una serie de gestos simbólicos y palabras, está cambiando el rostro del Vaticano, tras las duras críticas y polémicas de los últimos años.
El Jueves Santo se desplazó a una iglesia de la periferia de Roma para oficiar la liturgia del lavado de pies a doce discapacitados y enfermos.
El Viernes Santo oró por los "explotados" y nuevos esclavos del mundo moderno durante el sugestivo Vía Crucis nocturno del Viernes Santo en Roma alrededor del Coliseo , durante el cual se recordaron "las injusticias causadas por la crisis económica".