AFP
RÍO DE JANEIRO.- Tiroteos en el complejo de favelas de Alemao de Río de Janeiro, un importante bastión del narcotráfico reconquistado por la policía en 2010, dejaron al menos dos oficiales heridos entre la noche del miércoles y la mañana de este jueves.
Río, que recibirá la final del Mundial 2014 además de otros seis juegos, ha registrado en las últimas semanas varios hechos de violencia en favelas ocupadas por la policía, que han puesto en entredicho la capacidad de la ciudad para garantizar la seguridad durante el evento.
La policía por su parte viene reforzando su presencia en estas comunidades y ejecutando operativos contra el narcotráfico, que aunque disminuido, aún mantiene presencia en las favelas reconquistadas en un programa llamado de "pacificación".
En uno de estos operativos, un oficial de la policía de élite fue herido en la noche del miércoles en la pierna en la favela Nova Brasilia, parte del gigantesco complejo de Alemao, de casi 70.000 habitantes.
"El policía está bien y ya fue dado de alta", informó la entidad en un reporte.
Otro fue herido en el rostro cerca de las 08:30 horas del jueves, cuando patrullaba una zona conocida como Largo do Mineiro y se topó con hombres armados, que dispararon.
El policía pasa por cirugía para retirar la bala del maxilar, mientras que la seguridad de Alemao fue reforzada con más efectivos policiales.
El domingo pasado, una anciana de 72 años murió en medio de un tiroteo en esa comunidad entre la policía y supuestos narcotraficantes. Hay una investigación abierta sobre este caso.
También se investiga la muerte, presuntamente a manos de la policía, de un joven bailarín en otra favela ocupada -Pavaozinho-, ubicada en la zona turística de Copacabana, hecho que generó violentas protestas que terminaron en disturbios.
Desde 2008, el gobierno de Río ha instalado 39 Unidades de la Policía Pacificadora (UPP) en 174 favelas de la ciudad, con el fin de restaurar el orden y arrebatar el control a los narcotraficantes. A fines de marzo, tropas ocuparon la inmensa favela de Maré, cerca del aeropuerto internacional. La seguridad quedó a cargo de los militares.
